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18 de abril de 2024

Arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), dieron a conocer hoy en el Museo de Lérida el hallazgo de una placa con grabados de hace 14.000 años

Arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), dieron a conocer hoy en el Museo de Lérida el hallazgo de una placa con grabados de hace 14.000 añosEFE

Hallan una placa con grabados artísticos de hace 14.000 años en una cueva de Lérida

Se trata de la primera plaqueta con grabados artísticos del Paleolítico Superior hallada en un yacimiento de la Cova Gran de Santa Linya

Un equipo del Centro de Estudios del Patrimonio Arqueológico de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha identificado la primera plaqueta con grabados artísticos del Paleolítico Superior hallada en un yacimiento del Prepirineo de Lérida, que tendría una antigüedad de unos 14.000 años.
Según han afirmado los responsables de la excavación este jueves en el Museo de Lérida, se trata de una plaqueta de hace 14.000 años con grabados por ambos lados, encontrada en el abrigo de la Cova Gran de Santa Linya (Avellanes-Santa Linya, Lérida) e investigada por un equipo del Centro de Estudios del Patrimonio Arqueológico de la Autónoma (CEPArq-UAB).
«Esta representación artística identifica un nuevo elemento singular que viene a sumarse al rico y amplio registro arqueológico que en los últimos veinte años está proporcionando la investigación en este yacimiento, clave en el actual desarrollo de la arqueología de Cataluña», ha dicho Rafael Mora, director del CEPArq y catedrático del Departamento de Prehistoria de la UAB.
El descubrimiento de la plaqueta se ha realizado en el mismo sector de la excavación donde se halló el esqueleto parcial de la Homo sapiens Linya, la mujer de la Noguera, pero en un nivel de ocupación que se originó unos siglos antes. Su datación se ha podido llevar a cabo gracias a la técnica del carbono 14 indicando que tiene 14.000 años de antigüedad, fecha que servirá de orientación para comparar los grabados con otras plaquetas de diferentes yacimientos cuya datación aún queda por fijar o trabajan con unos rangos temporales más amplios.

Características de la placa

Por otro lado, la placa se realizó sobre una roca margo-calcárea, un material poco común en la Cova Gran por lo que se cree que tuvo que ser transportada hasta el abrigo. Sus dimensiones son de 11 centímetros de largo por 8 de ancho y en la superficie el equipo de investigación ha identificado un conjunto de trazos intencionados formado por múltiples líneas de diverso grosor, realizadas probablemente con uno o varios instrumentos de sílex.
Su restauración y posterior estudio, para el que se ha contado con la colaboración de Rafael Martínez Valle, investigador especialista en Arte Prehistórico del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana (IVCR+i), han permitido reconstruir las composiciones que aparecen en ambas caras, que sorprenden por su simpleza y esquematismo.
«Hay elementos y recursos visuales con los que narrar historias o concretar espacios que denotan que la persona o personas que los ejecutaron eran inteligentes y técnicamente diestras, y que combinando escasas líneas eran capaces de generar visualizaciones con un alto contenido empático que hemos podido descodificar miles de años después», destaca el investigador Jorge Martínez-Moreno (CEPArq-UAB), dejando entrever la carga simbólica de estas imágenes para los primeros pobladores del nordeste peninsular.
El hallazgo de una placa con grabados de hace 14.000 años (Paleolítico Superior), primera manifestación artística de este tipo

El hallazgo de una placa con grabados de hace 14.000 años (Paleolítico Superior), primera manifestación artística de este tipoEFE

La interpretación de los grabados

La cara A muestra numerosos trazos distribuidos por la superficie del soporte, lo que ha dificultado la lectura de la composición que contiene, pero, tras un escaneado 3D junto con otras técnicas visuales, se ha podido reconocer una primera figura formada por un conjunto de líneas de diverso grosor a través de las que se intuyen el lomo y las extremidades de lo que los investigadores identifican como un animal en reposo, probablemente un macho bucardo, la cabra propia del Pirineo extinta desde el año 2000.
Por su parte, los grabados de la cara B reproducen lo que los expertos consideran la primera representación del paisaje de la Cova Gran, que combina la silueta de la bóveda del abrigo y el cauce del torrente de Sant Miquel a sus pies: «El truco visual utilizado en el dibujo del bucardo, al superponer dos figuras, expresa un movimiento captado con gran pericia y de gran singularidad, muy raramente utilizado en grabados sobre piedra; y la representación de la propia Cova Gran, al combinar una curva y dos líneas quebradas, recrea un paisaje importante para esas gentes con una economía de trazos que recuerda el diseño de un logotipo actual», ha expresado el equipo.
Para los investigadores del CEPArq-UAB y del IVCR+i interpretar los grabados conservados en la plaqueta recuperada en la Cova Gran de Santa Linya ha sido un gran desafío y «su estudio y el de otras representaciones similares abre nuevas vías para explorar una tradición artística ancestral poco conocida y que se antoja muy rica».
Martínez-Moreno recuerda que «Pablo Picasso, el gran visionario del nuevo arte del siglo XX, afirmaba que había necesitado toda una vida para aprender a pintar como un niño, una aseveración que subraya que estas grafías prehistóricas, aparentemente simples, están impregnadas de un aire de modernidad presente en nuestra cotidianeidad, que se puede rastrear en el discurso del arte contemporáneo y se consolida en el lenguaje del cómic».
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