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25 de abril de 2024

Fotografía de un monumento considerado patrimonio cultural de la nación panameña, con número de identificación

Fotografía de un monumento considerado patrimonio cultural de la nación panameña, con número de identificaciónWikimedia Commons

Picotazos de historia

El desastre británico en Portobelo en 1726

Los hechos más destacables de esta corta guerra que enfrentó a Gran Bretaña con España fueron: el fracasado asalto a la base británica de Gibraltar y el bloqueo de Portobelo

Tras la guerra de la Cuádruple Alianza (1717–1720) en la que Felipe V renunció a los Países Bajos españoles – a pesar de las grandes bajas sufridas por franceses, ingleses, holandeses y saboyanos– pero consiguió Sicilia y los derechos a suceder en los ducados de Parma y Piacenza, la situación política en Europa quedó tensa. Tanto el Reino Unido como Francia temían un acercamiento de España al Imperio con intención de recuperar las posesiones perdidas por el tratado de Utrecht. En 1724, con motivo de la firma del tratado de Viena el año anterior entre España y el Imperio, Gran Bretaña declaró la guerra a España en lo que se conocería como la guerra anglo-española de 1727-9. Los hechos más destacables de esta corta guerra fueron: el fracasado asalto a la base británica de Gibraltar y el bloqueo de Portobelo. Déjenme que brevemente les explique lo que ocurrió en este último lugar.
En 1726 el Almirantazgo británico, deseando debilitar a España, encargó al contralmirante Francis Hosier que interrumpiera el tráfico de las flotas del tesoro con destino a la península. A tal fin pusieron a su disposición once navíos de línea, una fragata, una balandra de guerra y un esnón (el más grande de los botes de dos mástiles). La flota de Hosier arribó a la isla de Bastimentos –a once kilómetros al noroeste de Portobelo– desde donde llevó a cabo un bloqueo de esta importante ciudad, donde estaba atracada la flota de galeras con destino a España.

En ese tiempo el vómito negro, que era como se conocía a la fiebre amarilla, había acabado con ocho de sus capitanes

Hosier se mantuvo en Puerto Garrote impidiendo la salida pero se le escurrió la flota de Don Antonio de Gaztañeta que transportaba 31 millones de pesos. Del 17 de junio hasta el 10 de noviembre estuvo el marino inglés bloqueando la entrada. En ese tiempo el vómito negro, que era como se conocía a la fiebre amarilla, había acabado con ocho de sus capitanes y más de dos mil quinientos hombres de la tripulación e infantería embarcada, por lo que tuvo que ordenar levar anclar y poner rumbo a la isla de La Jamaica para conseguir reemplazos para las bajas sufridas.

La mala suerte del contralmirante Hopson

El contralmirante Hosier fallecería, debido al vomito negro, el 23 de agosto de 1727 por lo que el mando temporal se entregó al capitán de navío Edward St. Lo, en tanto que llegaba desde Gibraltar el contralmirante Edward Hopson con navíos de refuerzo. St. Lo continuó el malhado bloqueo que tan poco eficiente se había mostrado antes, hasta que entregó el mando al contralmirante Hopson en enero. En mayo St. Lo volvió a asumir el mando de la flota inglesa debido al fallecimiento del contralmirante Hopson por fiebre amarilla.
El bloqueo fue un desastre total para la flota británica. Varios barcos tuvieron que ser desguazados en La Jamaica al no tener gente para tripularla y no poder ser reparados o modernizados. Los refuerzos que trajo Hopson temporalmente suplieron las perdidas pero no tardaron en ser pasto de la fiebre que se cebó con ellos. La flota de Gaztañeta, con su valiosa carga, pasó el bloqueo y llegó sin problemas a la península. El almirante Cornejo, al mando de la flota de galeras, permaneció tranquilamente en Portobelo hasta que el inglés no tuvo más remedio que retirarse. En esta curiosa campaña en la que no se disparó un solo tiro, lo británicos tuvieron más de cuatro mil muertos.
Cuando los informes y datos del desastre se hicieron públicos en Londres, provocó la indignación popular. El finado Hosier era un cabeza de turco ideal y sobre él hicieron caer toda la responsabilidad los políticos.
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