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08 de mayo de 2024

Arte de la Batalla del Cráter de Virginia Tech

Arte de la Batalla del Cráter de Virginia Tech

Picotazos de historia

Los despropósitos de la batalla del Cráter de 1864

El día 17 de julio el coronel Pleasant pudo comunicar que el túnel había sido completado, el 29 la mina estaba lista para explotar con más de cuatro toneladas de pólvora bajo los pies de los sudistas

En julio de 1864 el ejército nordista del Potomac, mandado por el general Meade y bajo supervisión directa del teniente general Ulysses S. Grant, puso cerco a la ciudad sudista de Petersburg defendida por el Ejército Confederado de Virginia del Norte, bajo el mando supremo del general Robert E. Lee. El IX Cuerpo de Ejército nordista tomó posiciones frente a un punto estratégico, fuertemente defendido, denominado Elliot´s Salient. El coronel al mando del 48º regimiento de Pennsylvania, Henry Pleasant, era ingeniero en la vida civil y supo ver las posibilidades del terreno.
Convenció al comandante del IX Cuerpo –general Ambrose E. Burnside– de las ventajas de cavar un túnel para situar una mina bajo las líneas sudistas. Entre sus tropas tenía un buen número de antiguos mineros, así que un entusiasmado Burnside consiguió la autorización de Meade y la bendición de Grant. Mientras se trabajaba en el túnel, Burnside ordenó que la única división compuesta por soldados negros de su Cuerpo de Ejército se preparase para el asalto tras la voladura de la mina. El día 17 de julio el coronel Pleasant pudo comunicar que el túnel había sido completado, el 29 la mina estaba lista para explotar con más de cuatro toneladas de pólvora bajo los pies de los sudistas.
Escena de la explosión. Sábado 30 de julio

Escena de la explosión. Sábado 30 de julio

Ese mismo día, cuando ya estaba todo listo, alguien debió aconsejar al general Grant que no era buena idea utilizar tropas negras en este asalto, pues sería políticamente inconveniente que tuvieran muchas bajas. Grant dio orden de cambiar la unidad de asalto. Este cambio de última hora, pasando por encima de su mando, sentó como una patada a Burnside. Ordenó a los comandantes de las otras tres divisiones que se echaran a suertes quién iría al asalto y se desentendió de todo el asunto. Quiso la Fortuna –¡pícara ella!– que la pajita más corta la sacara el general James H. Ledlie, comandante de la 1ª división, la más débil y bisoña de todas. Peor aún, la división no tenía ninguna confianza, más bien desconfiaba completamente, en su general. Pocas semanas antes, durante una acción en Cold Harbor, Ledlie huyó del combate, abandonando a sus tropas para esconderse en lugar seguro. Si continuaba al mando de la división era porque nadie había informado de lo sucedido.

La explosión pulverizó a unos trescientos soldados sudistas y dejó un agujero de nueve metros de profundidad

A las 3:15 del día 30 de julio se encendió la mecha de la mina, debía estar defectuosa ya que se apagó varias veces y no se consiguió que explotara la mina hasta las 4:45. La explosión pulverizó a unos trescientos soldados sudistas y dejó un agujero de unos 56 metros de largo por 15 de ancho y nueve metros de profundidad.
Resultado de la explosión de 3.600 kg de pólvora bajo el Saliente, 1865

Resultado de la explosión de 3.600 kg de pólvora bajo el Saliente, 1864

Las tropas de la 1ª división, en vez de bordear el cráter y rebasarlo por los lados –algo en lo que habían sido entrenadas las tropas de la división rechazada–, se metieron directamente en el agujero. Claro que, una vez dentro, no era tan fácil el salir, por lo que empezaron a apelotonarse las tropas en el interior. Para entonces las tropas sudistas habían superado la impresión de la voladura de la mina, habían rechazado un ataque mal coordinado por parte de la división de soldados negros y se volvieron contra la masa de infantería atrapada dentro del cráter. Entre tanto el general Ledlie había alcanzado un óptimo estado de sopor alcohólico en el interior de un refugio subterráneo, a un kilómetro de distancia.
La contundente derrota, juzgada por el general Grant como «el asunto más triste que he presenciado en esta guerra», elevó los ánimos de la causa sudista y alargó varios meses la guerra.
Grant estaba rabioso por lo sucedido. Henry Pleasant fue felicitado por su iniciativa y promocionado, Burnside fue retirado y jamás volvió a dirigir tropas. El general Ledlie tuvo un consejo de guerra. Fue declarado culpable de dejación de funciones y embriaguez durante el servicio, teniendo cuidado de no mencionar en el acta la evidente cobardía del individuo, aunque el hecho pesaría como una losa en su vida futura. Fue expulsado del ejército y le salió barato.
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