Fundado en 1910

02 de mayo de 2024

Byron en su lecho de muerte realizado por Joseph-Denis Odevaere en 1826

Byron en su lecho de muerte realizado por Joseph-Denis Odevaere en 1826Groeninge Museum, Brujas

Picotazos de historia

La muerte de Lord Byron, el romántico que quiso independizar a los griegos

Byron siempre había tenido una constitución delicada, la cual había sufrido estragos después de décadas de excesos y abusos de todo tipo: murió con 36 años, pero todos los testimonios afirmaban que parecía tener más de 50

Después de William Shakespeare, el poeta más respetado por los anglosajones es George Gordon Byron (1788 – 1824), 6º barón Byron. Gran representante del movimiento romántico, su vida fue un continuo escándalo, consumiéndose en una vorágine de desenfreno junto con su salud y patrimonio. Nieto de un vicealmirante de la armada al que apodaron «Mal Tiempo», hijo de un alcohólico manirroto a quien llamaban «Jack el Loco» y heredero de su tío abuelo –el 5º barón Byron– conocido como «el Villano» o «el Lord Loco», la locura no era ajena a su sangre.
Retratado en traje de albanés en un óleo de Thomas Phillips

Retratado en traje de albanés en un óleo de Thomas PhillipsNational Portrait Gallery London

La buena sociedad británica ya estaba escandalizada por los rumores de amancebamiento con una medio hermana suya, quien tuvo una hija cuya paternidad ha sido atribuida al artista. Para acallar habladurías y estabilizar su economía, se casó con Anna Isabella Milbanke, baronesa Wentworth, pero su comportamiento se volvió más impredecible y su alcoholismo más desesperado. Nada más nacer su hija, su esposa le abandonó llevándose a la niña y acusándole ante los tribunales de: incesto y sodomía, tanto con ella como con hombres. Estas acusaciones eran delitos condenados con severas penas de cárcel, por lo que –ese año de 1816– salió del Reino Unido, donde jamás volvería, huyendo de acreedores y de la Justicia.

Aventura en Grecia

El 3 de agosto de 1823 llegó a la isla de Cefalonia atraído por los movimientos independentistas que habían surgido contra el gobierno del sultán otomano. No era una tierra nueva para él, ya había estado allí, en 1809-10, invitado por el gobernador Pasha Alí. Aunque fuera un exiliado, Byron, era una personalidad admirada y cortejada por los artistas y élites de la sociedad europea, su presencia en Grecia aportaba una dimensión internacional y una proyección al movimiento independentista griego, que de otra manera no hubiera conseguido.

Durante los meses que permaneció Byron en Grecia tuvo tiempo de empeñarse en disparatadas aventuras de los que no obtuvo beneficio alguno

El héroe nacional griego Markos Botsaris, al conocer la llegada del poeta, le escribió invitándole a participar en una campaña que estaba activa. Lamentablemente Byron no pudo participar ya que cuando le llegó la amable invitación, Botsaris ya había muerto en combate. Byron decidió instalarse en la pequeña población de Metaxata, en Cefalonia, y pasar allí el otoño y el invierno. Pronto se vio asediado de un ejército de pedigüeños y zalameros.
Y es que entre los independentistas había tantos grupos como localidades o individuos, aunque dos controlaban a la mayoría: los políticos cuya cabeza era el Príncipe Mavrokordatos y los guerreros que se apiñaban en torno a la imponente figura del general Kolokotronis. Todos estos grupos estaban convencidos que una personalidad importante, con grandes contactos internacionales, rica (eso creían) y un lord inglés sería una fuente importante de préstamos y subvenciones por parte del gobierno de S.M. Británica.

Su presencia en Grecia aportaba una dimensión internacional y una proyección al movimiento independentistas griego

Durante los meses que permaneció Byron en Grecia tuvo tiempo de empeñarse en disparatadas aventuras de los que no obtuvo beneficio alguno. Financió una flotilla, a un indefinido «gobierno griego» para la protección de la isla de Hidra; un regimiento de facinerosos que no fue a ninguna parte ni combatió contra nadie, hizo préstamos a nivel gubernamental y personal entre todos los políticos y, además, mantenía una corte de gorrones en su casa de Metaxata. En esos últimos meses de su vida gastó unas 10.000 libras esterlinas, que nadie sabe de donde o a quién sacó.

Su muerte

Nombrado Mavrokordatos comandante de la mencionada escuadrilla, invitó a Byron a unirse. El 4 de enero de 1824, Lord Byron, desembarcó en Mesolongi (en el estrecho de Patrás) vistiendo un uniforme de fantasía que él mismo había diseñado y acompañado de su perro terranova Lyon. Estuvo inmerso en los planes para asaltar Lepanto (isla de Naupacto) y no se dio cuenta de que su casa estaba cerca de unos pantanos insalubres. El primer jamacuco le dio el 9 de abril e, inmediatamente, fue asaltado por una legión de cirujanos, médicos, pseudomédicos, curanderos y cosas peores, que le debilitaron peligrosamente a base de enemas y sangrías. Pararon estas últimas, pues era evidente que si seguían lo mataban, y probaron cuanta droga, pócima, ungüento o remedio hubiera en la farmacopea local. Como tampoco parecía resultar el doctor Julius Van Milligen, quien se hacía llamar Cirujano Mayor del Ejército Griego (?) reinició las sangrías.

Con su muerte consiguió que el resto de Europa abrazara la causa griega, lo que llevaría a la independencia y creación de Grecia como país

Byron siempre había tenido una constitución delicada, la cual había sufrido estragos después de décadas de excesos y abusos de todo tipo –muriendo con 36 años todos los testimonios afirman que parecía tener más de 50–, por lo tanto no extrañó a nadie que la combinación de todo resultara letal. El lunes de Pascua (19 de abril) de 1824 falleció. Con su muerte consiguió que el resto de Europa abrazara la causa griega, lo que llevaría a la independencia y creación de Grecia como país.
Comentarios
tracking