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03 de mayo de 2024

Ataque y captura del castillo de San Felipe el 29 de junio de 1756, después de la batalla nava

Ataque y captura del castillo de San Felipe el 29 de junio de 1756, después de la batalla nava

Picotazos de historia

La toma francesa de Menorca de 1756 y la defensa del héroe inglés cuyo alcoholismo era una «virtud»

Aquel año fue conquistada por los franceses y utilizada como pieza de cambio para conseguir el apoyo español en la guerra de los Siete Años

Como bien sabrán ustedes la isla de Menorca fue capturada por los británicos en 1708 y, merced a una de las cláusulas del Tratado de Utrecht (1714), fue cedida al Reino Unido. Estratégicamente vital aunque vulnerable por su proximidad a la costa española y a la base francesa de Tolón, fue conquistada por los franceses en 1756 y utilizada como pieza de cambio para conseguir el apoyo español en la guerra de los Siete Años.
Desde el año 1748 estaba al mando del castillo de San Felipe, que protegía la entrada al puerto de Mahón, el gobernador en funciones –el gobernador nombrado jamás pisó la isla– teniente general William Blakeney. Se trataba de un veterano curtido en muchos combates, con valor y capacidad demostrada y muy fiable, aunque con dos pequeños defectillos: tenía 82 años y era un alcohólico crónico, pero en buen uso todavía. Blakeney era el virtual jefe de toda la isla y las fuerzas que allí había y no fue mal gobernador ni mala persona con la población. De hecho se le recuerda con cierto afecto por sus intentos de vincular a los ingleses con la población autóctona.

El 18 de abril se presentó en la isla con un ejército de 16.000 soldados franceses y con la escolta de la flota de Tolón

En 1756, cuando empezó la guerra de los Siete Años, Luis XV de Francia ordenó la captura de la isla. La expedición se puso bajo el mando del gastrónomo, duelista y libertino duque de Richelieu. Precisamente será durante esta campaña cuando creará la salsa mahonesa. Anteriormente ya había creado el budín a la Richelieu. Pero volviendo al asunto, el 18 de abril se presentó en la isla con un ejército de 16.000 soldados franceses y con la escolta de la flota de Tolón. En poco tiempo ocupó la isla y el 8 de mayo se inició el sitio del castillo de San Felipe. Blakeney contaba con casi tres mil soldados pero era consciente de que sin apoyo naval su situación era insostenible.
Salida de Tolón de la escuadra francesa el 10 de abril de 1756 para atacar el puerto de Mahón, obra de Nicolas Ozanne

Salida de Tolón de la escuadra francesa el 10 de abril de 1756 para atacar el puerto de Mahón, obra de Nicolas Ozanne

El mismo 8 de mayo partió de Gibraltar el almirante Byng al mando de una escuadra compuesta por 12 navíos de línea y 7 fragatas con destino a Menorca. El día 20 combatió contra la escuadra francesa ( 12 navíos de línea y 5 fragatas). Byng se mostró excesivamente prudente, se produjo confusión con las señales de mando y los barcos franceses estaban más y mejor artillados. Como resultado los franceses expulsaron a la escuadra inglesa, que si bien no perdió ningún barco resultó bien baqueteada. La guarnición inglesa de Menorca fue abandonada a su suerte, lo que le costaría a Byng su carrera y su vida.
Con todo Blakeney siguió firme en la defensa a pesar de recibir fuego por tierra y por mar. El 29 de junio, después de haber rechazado in extremis un intento de asalto al castillo, reunió a todos los oficiales superiores para un consejo. Allí se decidió que, estando a punto de agotarse la pólvora y las reservas de agua, no quedaba más remedio que solicitar condiciones para la rendición. Richelieu concedió honores de guerra a la guarnición y se acordó el traslado de la misma a territorio británico.
Grabado que muestra las posiciones iniciales de las dos flotas a las dos de la tarde del 20 de mayo

Grabado que muestra las posiciones iniciales de las dos flotas a las dos de la tarde del 20 de mayo

Blakeney fue recibido como un héroe. Cuando los periódicos publicaron que no se había mudado de ropa durante todo el asedio (70 días) tiernas lágrimas fueron derramadas por las dulces damas de la buena sociedad. Jorge II del Reino Unido, apropiadamente, le nombró caballero de la Orden del Baño y, además, le creó barón y par del reino de Irlanda. Los temblores, la parálisis facial y sus balbuceos, producto de su alcoholismo, fueron proclamados como virtudes del sobrio soldado. El bragado Teniente General y flamante barón Blakeney falleció por delirium tremens el 20 de septiembre de 1761. El gobernador de la isla y treinta y cinco oficiales que estuvieron ausentes de su puesto con excusas poco válidas sufrieron consejo de guerra y recibieron severas penas.
Terminada la guerra de los Siete Años ( 1763) España tuvo que devolver la isla a los ingleses. Volvería a recuperarse en 1782 ( lo que dio lugar a la celebración de la Pascua militar) solo para volver a perderla, otra vez, en 1798. En 1802, por el Tratado de Amiens, fue devuelta a España y parece que ya definitivamente.
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