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29 de abril de 2024

Sitio de Rodas (1522)

Sitio de Rodas (1522)

Picotazos de historia

La caída de Rodas en 1522 o cuando los caballeros de San Juan volvieron a quedarse sin hogar

Los turcos bloquearon el puerto e iniciaron una campaña de «ablandamiento» con la artillería que machacó, inmisericorde, los bastiones y baluartes exteriores

En otro artículo les hablé a ustedes de la desesperada defensa que hicieron los caballeros de la orden hospitalaria de san Juan de su isla de Rodas, en el año de 1480. De cuán curioso fue que rotas las murallas, diezmada la guarnición y abierta la ciudad al asalto, los turcos decidieran levantar el asedio y largarse. Indudablemente la decisión debió costarle la cabeza a más de uno.
Ahora nos situaremos en el año de gracia de 1522, es sultán Solimán, conocido como «el magnifico» y su gran visir es Piri Pachá, quien aconseja terminar con la amenaza que supone la isla de Rodas. El 26 de junio de ese año una flota de 400 barcos –bajo el mando de Gobán Mustafá Pachá– que transportaba un ejército de unos 100.000 soldados turcos, arribó a la isla de los caballeros. Días después fue el propio Solimán el que llegó para tomar el mando de toda la operación.
Las fortificaciones sanjuanistas habían cambiado y aumentado desde el sitio de 1480. Las arruinadas murallas habían sido sustituidas por otras construidas en la moderna «traza italiana» (mucho más bajas y anchas, con escarpes, fosos, etc; diseñadas para aguantar y desviar el proyectil de artillería) y formaban dos, e incluso tres, líneas concéntricas de defensa, reforzadas con bastiones y reductos. El nuevo gran maestre de la orden, Philippe Villiers de L´Isle-Adam (elegido el año anterior), había estado reforzando las fortificaciones y preparando la ciudad para el ataque definitivo de los turcos, que sabía próximo.
Sitio de Rodas 1522

Sitio de Rodas 1522

Los turcos bloquearon el puerto e iniciaron una campaña de «ablandamiento» con la artillería que machacó, inmisericorde, los bastiones y baluartes exteriores. Por otro lado el ejército turco mantuvo una presión constante, aunque costosa, llevando a cabo ataques casi a diario en diferentes puntos. Esta táctica, lo sabía bien Solimán, podía llegar a ser muy efectiva.

El bastión se perdió y fue recuperado. Sólo la noche puso fin al combate, al obligar a retirarse a los asaltantes

El 4 de septiembre dos minas hicieron explosión en el bastión de la Lengua de Inglaterra, creando una gran brecha. Inmediatamente la tropas turcas se lanzaron al asalto. El bastión se perdió y fue recuperado. Sólo la noche puso fin al combate, al obligar a retirarse a los asaltantes. El día 24 de septiembre se lanzó un asalto general sobre los bastiones que defendían las Lenguas de Inglaterra, Castilla, Provenza e Italia. Durante todo el día se combatió con fiereza y sin cuartel. El bastión de la Lengua de Castilla cambió de manos cuatro veces y los muertos eran tantos que no se podía andar sin pisarlos. Al finalizar el día, Solimán ordenó el final del asalto. Los defensores apenas podían mantenerse en pie, agotados por la interminable jornada.
Continuó el cañoneo y el minado de los muros, con asaltos que pusieron la defensa y las energías de los caballeros en su verdadero límite. Presionados por la población de la ciudad, el gran maestre organizó un parlamento que no llevó a ninguna parte. Se reinició el combate. El 17 de diciembre cayó el bastión de Castilla, sus muros desechos, la guarnición muerta. El Gran maestre no tuvo más remedio que solicitar condiciones para la rendición. Solimán se mostró generoso y Villiers de L´Isle-Adam aceptó. Rodas cayó y los caballeros de San Juan volvieron a encontrarse sin hogar...hasta Malta.
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