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04 de mayo de 2024

Enfrentamientos entre borbónicos y garibaldinos en los alrededores del arco de Adriano en Santa María

Enfrentamientos entre borbónicos y garibaldinos en los alrededores del arco de Adriano en Santa María

Picotazos de historia

Abbati, el impresionista italiano que sobrevivió a la guerra para morir por culpa de un fiel amigo

Su perro, Cennino, le mordió la mano. El pobre animal había contraído la rabia por lo que tuvo que ser inmediatamente sacrificado. Con toda premura se trasladó al pintor al hospital de Florencia

Giuseppe Abbati(1836 – 1868) fue un dotado artista italiano cuya obra quedó interrumpida de manera temprana y en circunstancias trágicas. Nacido en Nápoles, recibió una primera educación artística de manos de su padre, pintor especializado en interiores y vistas arquitectónicas. Continuará sus estudios en la acreditada academia de Arte de Venecia bajo la tutoría del artista Miguel Ángel Grigoletti.
Escenario de lucha cerca del Arco de Adriano en Santa Maria Capua Vetere

Escenario de lucha cerca del Arco de Adriano en Santa Maria Capua Vetere

La unificación de Italia

Es durante estos años de aprendizaje cuando trabaría amistad con otros artistas que marcarían su evolución. En 1860, con 24 años de edad, se alistó voluntario en el cuerpo llamado «de los Mil», desembarcando en Sicilia bajo el mando de Giuseppe Garibaldi y conquistando la isla para continuar con el reino de Nápoles. Ambos territorios, conocidos entonces como «las dos Sicilias», fueron anexionados por el reciente (y creciente) reino de Italia.
Abbati participó a lo largo de toda la campaña pero se le terminó la suerte el 30 de septiembre. Ese día tuvo lugar la batalla de Volturno, donde unos 24.000 soldados bajo las órdenes de Garibaldi se enfrentaron contra unos 35.000 defensores de los Borbones, cerca de Caserta. Una de las acciones más sangrientas durante la batalla fueron los combates por la población de Santa María Capua Vetera. Será durante los combates librados en esta pequeña población donde Abbati será gravemente herido y caerá prisionero.
Retrato de Giuseppe Abbati (1865) por Giovanni Boldini

Retrato de Giuseppe Abbati (1865) por Giovanni Boldini

La herida le costó la pérdida del ojo derecho. Más tarde, por su valiente comportamiento a lo largo de toda la campaña y por esta última actuación en concreto, será propuesto para la medalla de Oro al Valor –máximo reconocimiento al valor militar– que rechazará por no estar de acuerdo con el resultado político de la campaña.

Después de la guerra

Retomó su vida artística y al placer del reencuentro con los amigos en Florencia, donde participa en el movimiento artístico llamado macchiaioli –término despectivo, los manchados, que utilizó un crítico definiendo su manera de pintar y que tomaron como nombre artístico– que afirmaba que la visión de las formas es creada por la luz a través de diferentes manchas de color, distintas, superpuestas y yuxtapuestas. Los Macchiaioli son la expresión italiana de la corriente impresionista que venía de Francia.
Los macchiaioli en el Caffè Michelangiolo, foto de 1856

Los macchiaioli en el Caffè Michelangiolo, foto de 1856

Al estallar en 1866 la Tercera Guerra por la Independencia de Italia se vuelve a apuntar como voluntario, cayendo prisionero en la batalla de Custoza y no siendo liberado hasta diciembre de 1866. Debilitado tras el cautiverio y escaso de medios de vida, se acogió al amparo que le ofreció su amigo el pintor Diego Martelli y se trasladó a una finca que este tenía en la provincia de Livorno, en la localidad de Castelnuovo della Misericordia.
Abbati se instaló en la casa y con él iba su perro Cennino. Este animal aparece representado en el magnífico retrato que pintó al tuerto el artista Giovanni Boldini, uno de los máximos representantes del macchiaiolismo y uno de los mejores pintores de su tiempo. En el cuadro se ve al animal, sentado, a la izquierda de su amo.
El 13 de diciembre de 1867 Cennino mordió a su amo. Resulta que el pobre animal había contraído la rabia por lo que tuvo que ser inmediatamente sacrificado. Con toda premura se trasladó al pintor al hospital de Florencia donde se constató que la mordedura le había transmitido el virus de la rabia. Giuseppe Abbati falleció a los 32 años de edad, víctima de una de las enfermedades más terrible y temidas por la humanidad, que le contagió su más fiel y querido amigo.
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