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07 de mayo de 2024

Amnistía, Memoria Histórica y politización: ocho expertos analizan la situación en El Debate

Amnistía, Memoria Histórica y politización: ocho expertos analizan la situación en El DebateThorun Piñeiro

La historia a Debate

Amnistía, Memoria Histórica y politización: ocho expertos analizan la situación en El Debate

Con motivo de la reunión del consejo de la revista de historia Aportes en la sede de esta cabecera, El Debate ha querido analizar los principales temas de actualidad con el criterio de ocho historiadores

Tal vez una de las palabras más repetidas y la que más polémica ha levantado en los últimos meses ha sido «amnistía» desde que se conocieron los resultados de las elecciones del 23 de julio. Sin embargo, la controvertida (y mal llamada) Ley de Memoria Histórica, así como la Ley de Memoria Democrática no se queda atrás, pues como ya analizaron expertos para El Debate, esta ley «no busca la memoria, sino que nos olvidemos de una parte importante de lo sucedido en España».
Con motivo de la reunión del consejo de la revista de historia Aportes en la sede de esta cabecera, El Debate ha querido analizar los principales temas de actualidad con el criterio de ocho historiadores.
Amnistía, Memoria Histórica y politización: ocho expertos analizan la situación en El Debate

Amnistía, Memoria Histórica y politización: ocho expertos analizan la situación en El DebateThorun Piñeiro

De la ley de amnistía a hacer peligrar los logros de la Transición

«La historia, no es política», comenta alto y claro Germán Rueda Hernanz, quien ha centrado su investigación en la sociedad desde mediados del siglo XVIII hasta 1930. Un ejemplo claro lo vemos en el pacto que han hecho Puigdemont y el PSOE, donde se han acordado establecer «qué fue la historia de Cataluña, como si eso fuese un problema de pactos».
Dicho acuerdo trata de buscar «en la historia en general y en 1714 en particular el origen de un supuesto conflicto entre España y Cataluña y la pérdida de unas ficticias libertades por la fuerza de las armas», algo que la asociación Historiadors de Catalunya ha tachado de ser un uso «presentista, manipulado y falso» de la historia de Cataluña.
En este sentido, Rueda aclara que lo que se ha negociado es «una realidad histórica que ha sido estudiada por historiadores y que puede seguir siendo estudiada con criterios muy distintos», pero nunca pactarla: «puede haber un consenso, un acuerdo mayoritario. Pero nada más. [La historia] no se pacta entre políticos», sentencia Rueda.

No tiene sentido que haya una ley de carácter históricoGermán Rueda Hernanz

El acuerdo alcanzado entre Pedro Sánchez y Puigdemont –tras meses de negociaciones– para lograr el apoyo a la investidura, incluye entre otras cosas una ley de amnistía para los encausados por el procés. Esta medida que acaba de iniciar su tramitación en el Congreso ha sido duramente criticada por los historiadores.
«La amnistía vulnera absolutamente la Constitución», afirma Juan Carlos Jiménez Redondo, catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales de la Universidad San Pablo-CEU, en conversación con este medio. «La amnistía cuestiona el Estado de Derecho. Por eso se realizan ante cambios de régimen y eso tiene lógica»; sin embargo explica que «la democracia tiene que perdonar los actos cometidos por una dictadura y enjuiciados por una dictadura, pero en una democracia es absolutamente inapropiado».
Jorge Vilches, politólogo, sociólogo e historiador especializado en la historia política, parlamentaria y de las ideas del siglo XIX español y europeo, considera que la amnistía «es contraria» a la Constitución y detalla que «la amnistía no está de ninguna manera planteada en la Constitución». Del mismo modo, reflexiona acerca de la situación política actual y el peligro que supone para los logros de la Transición: «Aquel consenso que existía entre los grandes partidos nacionales –a la izquierda y a la derecha– el PSOE, primero UCD y luego el Partido Popular en torno a gobernar con el respeto al orden constitucional ha desaparecido».

El momento actual es la fase final de un ataque a la línea de flotación de la TransiciónÁlvaro de Diego

Por su parte, el periodista y profesor universitario especialista en la Transición Española Álvaro de Diego piensa que «el momento actual es la fase final de un ataque a la línea de flotación de la Transición». Y razona: «El PSOE está yendo en contra de los consensos básicos que dieron lugar a la Constitución española del 78». La transición democrática «tiene que ver con la concordia, con la razonable alternancia en el poder entre los dos partidos mayoritarios, y sobre todo, la igualdad ante la ley de los españoles, que probablemente es lo que está ahora mismo más amenazada junto con la independencia de la justicia».
A su parecer, «la Transición [española] ha pasado de ser un ejemplo para el mundo, un espejo en el que trataban de mirarse muchos países que estaban en proceso de abandono del autoritarismo, como Iberoamérica» a ser un «contra modelo» y apunta que se ha realizado una «ruptura con el pasado» para intentar «enhebrar» el presente con una «arcaica II República». Lo que ha hecho «olvidar uno de los grandes éxitos colectivos de nuestra historia reciente como es la Transición».

Leyes que coaccionan la labor del historiador

Ante estas leyes que intervienen en la labor del profesional de la historia e incluso tergiversan la historia, Manuel Morán Ortí, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Europea de Madrid cuya investigación se centra en la crisis del Antiguo Régimen, que estudia desde la perspectiva de la comunicación y la cultura escrita, valora que el principal problema es que «se estudia muy poca historia» lo que hace que las personas vivan en el «olvido total» y de forma «amnésica» ante ordenamientos jurídicos que establecen qué debemos pensar sobre la historia.
Por ello, Mónica Orduña Prada (cuya línea de investigación se centra en la ayuda asistencial y la ayuda humanitaria internacional durante la guerra civil española, destacando la figura de la mujer y su implicación) considera que leyes como la de Memoria Histórica –un nombre erróneo ya que «es una reiteración, porque la historia es memoria», apunta la experta– hace que los historiadores, y en especial aquellos que trabajan la época de la Guerra Civil, vean su labor coaccionada: «Tenemos que tener mucho cuidado sobre qué aspectos destacamos y cuáles no», indica.
Además, esta presencia de la política en el estudio de la historia hace que haya una «percepción del pasado negativa», según comenta Irene Romera Pintor en conversación con El Debate. «El problema es lo que quieren hacernos creer, lo que quieren hacer creer a la sociedad y a los jóvenes» sobre la historia de España y la historia en general. Como es el caso de la, a veces tan aplaudida Revolución Francesa bajo la mentira de «libertad, fraternidad e igualdad»: «Hubo tantos mártires en aquella época como luego posteriormente la guerra civil», expresa. Y critica que «no haya formación en los jóvenes».
No obstante, Agustín Rodríguez González, historiador y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, juzga que en el campo de la Historia Militar «nos estamos liberando de los prejuicios del pasado» y piensa que entramos en una «edad de oro» en este aspecto: «Nunca se ha publicado tanto –declara– desde la parte social a la estratégica y la parte técnica».
Con todo ello, Vilches anima a que los historiadores sigan realizando su labor a través de escritos, investigaciones, artículos... «con independencia del criterio político del gobierno de turno». El profesor Morán comparte esta opinión y añade que se debería hacer la historia «un poco más atractiva» para que las generaciones más jóvenes sean conscientes y entiendan su propio pasado y evitar que «la historia se convierta en un pacto». «No tiene sentido que haya una ley de carácter histórico», concluye Rueda.
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