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El rey don Rodrigo arengando a los jefes de su ejército antes de dar la batalla del Guadalete

El rey don Rodrigo arengando a los jefes de su ejército antes de dar la batalla del Guadalete

La traición que selló el fin de los visigodos: ¿quién entregó España a los musulmanes?

El español/castellano tiene unas 90 palabras de origen godo, respecto a las casi 3.000 que provienen del árabe

Nos ubicamos en una España con lengua latina, con pueblos que profesan el catolicismo en su mayoría, y gobernados por una monarquía con capital itinerante, con Toledo como centro principal. A finales del siglo VII encontramos un reino godo que con el tiempo había olvidado su lengua y su cultura.

Sin embargo, aunque el diseño de la idea de España es cristiano-romano, la estructura territorial y conceptual se la debemos a los godos. Ahora bien, ¿Cómo se explica esa desaparición progresiva del mundo godo?

En el relato tradicional se ha considerado que la caída de los godos se debe a la debilidad del reino y por el conocido como nombus gotorum, es decir, la sucesión de asesinatos entre líderes y guerreros godos por alcanzar el trono. En este punto es necesario recordar que la monarquía visigoda no era hereditaria sino electiva y, por lo tanto, no existió ninguna guerra civil entre el 640 y 710, como defendían algunas teorías.

En ese periodo previo a la invasión y conquista musulmana de la Península, el reino visigodo era pacífico y próspero, seguramente el más civilizado de la Europa del momento, como defienden algunos historiadores. Por lo tanto, el reino visigodo no cayó por su propia debilidad sino porque era el primero en la línea de expansión de los árabes, ya que estaba muy cerca de África. Ahora bien, esto no explica por qué el reino godo cayó tan rápido. Los musulmanes solo tardaron tres años en conquistarlo.

Un final con continuidad

El destino de los godos está ligado indiscutiblemente con la invasión musulmana de la península. En el 711, el gobernador de Ifriquiya (Norte de África) Musa Ibn Nusair ordena al liberto bereber Táriq Ibn Ziyad que realice una incursión en la Península Ibérica con un ejército inicial de 7.000 hombres. Esta historia es la que conocemos todos porque nos la han contado en el colegio, ahora bien, tiene matices importantes.

Táriq era bereber y un liberto, es decir, un antiguo esclavo que además se había convertido al islam. Con este perfil, si el gobernador Musa hubiera considerado la incursión en la península como algo importante no hubiera mandado a un bereber converso, sino a un árabe noble y con experiencia militar.

Ilustración del liberto bereber Táriq Ibn Ziyad

Los autores mozárabes, que vivieron la invasión musulmana, son las fuentes más ajustadas a la realidad de los hechos, que se ha podido conocer gracias a la crónica bizantino-arábiga del 756, y la crónica anónimo-mozárabe, que fueron estudiadas siglos después por el medievalista británico Roger Collins. Aunque también hay fuentes árabes, cristianas y francas un poco más tardías que no solo hablan de la conquista de la Península, sino que ofrecen pistas sobre la rápida derrota visigoda ante los musulmanes.

En este contexto de invasión, el rey visigodo Akhila dispuso que su hijo Vitiza heredaría el reino godo. Pero según la crónica mozárabe, Rodrigo fue elegido por el senado como nuevo rey y desde ese momento ambos serían enemigos. No se tiene claro si fue un golpe de estado o de qué forma se impuso Rodrigo, sucesor de la familia de Chindasvinto, pero a esto se suma la muerte de Vitiza en circunstancias sospechosas.

En este juego de tronos visigodo, se produce la batalla de Guadalete (aunque se desconoce la ubicación exacta), el primer enfrentamiento en la península. El bereber contaba con un contingente de 7.000 hombres, mientras que Rodrigo tenía más de 50.000 efectivos. Durante la batalla, todas las fuentes mencionan que Akhila II (hijo de Vitiza) abandona a Rodrigo a su suerte y se marcha con sus tropas.

No se sabe si le abandonó o le atacó por la espalda, pero lo que es seguro es que le traicionó. Aunque solo se puede especular al respecto, todo apunta a que Akhila y Muza tenían un pacto para hacer rey al godo. Pero Muza o no lo cumple o pactan la división en dos del reino.

Rodrigo fue derrotado y murió en batalla o durante la retirada. El relato tradicional nos dice que fue el último rey visigodo, pero se sabe que después hubo otros monarcas de los que se han encontrado monedas, como Akhila y Ardo. Tras lo sucedido, empezará la auténtica invasión del reino visigodo por parte de un ejército de 18.000 hombres liderados por el gobernador Muza. Aunque el proceso de conquista ya es otra historia.