Felipe II mostró un interés notable por la cosmografía y la navegación, promoviendo el desarrollo de instrumentos científicos útiles para la expansión marítima. Bajo su reinado se reunieron valiosas colecciones cartográficas. En este contexto, el maestro Thobias Volckhmer fabricó en 1596 un estuche con instrumentos náuticos y topográficos, «de gran belleza e interés científico», recoge el Museo Naval, donde se conserva este estuche que en su interior incluye un astrolabio plano, brújula, cuadrante de reducción, corona horaria, dos calendarios –juliano y gregoriano– y un carrete con cordón de seda para medir profundidades.