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06 de mayo de 2024

Presidente chino Xi Jinpin y el presidente iraní, Ebrahim Raisi

Presidente chino Xi Jinpin y el presidente iraní, Ebrahim Raisies.irna.ir

China es «lo único que mantiene a flote al régimen iraní» y su programa nuclear

El apoyo encubierto de China a la economía de Irán, con la compra de petróleo, podría hacer que estén aún menos motivado para negociar su programa nuclear

Las compras chinas de petróleo iraní han aumentado constantemente desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero de 2021. Esto, sumado al desprecio de Pekín hacia las sanciones de Estados Unidos a la República Islámica, ha proporcionado un salvavidas económico a la línea dura que gobierna en Teherán.
Las conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear se han estancado, pero se reanudarán el 29 de noviembre en Viena, tal y como anunciaron esta semana varios funcionarios de la Unión Europea. No está claro si Washington y Teherán lograrán resucitar el acuerdo, pero el apoyo encubierto de China a la economía de Irán podría hacer que el presidente iraní  Ebrahim Raisi esté aún menos motivado para negociar.
En un momento en el que el Gobierno y el Ejército iraníes se enfrentarían a las sanciones de Estados Unidos, el incumplimiento de las medidas por parte de China es «lo único que mantiene a flote al régimen iraní», dijo Daniel Roth, director de investigación de la United Against Nuclear Iran (Unidos contra el Irán nuclear) que rastrea las compras de crudo iraní en todo el mundo.
«Sin los ingresos petroleros de China, el régimen no puede exportar su terrorismo a toda la región y a Europa. No tiene los fondos adicionales para perseguir sus armas nucleares ilícitas y misiles balísticos o sus programas de guerra con drones», dijo Roth en una entrevista.
Los datos recopilados por United Against Nuclear Iran muestran que casi un millón de barriles por día de crudo iraní llegaron a China entre marzo y abril. El volumen ha caído en los meses más recientes a 586.000 barriles por día en octubre. Roth predice que el número se incrementará a medida que aumenten las necesidades energéticas de invierno.

Máxima presión

«¿A China realmente le importa que Irán obtenga un arma nuclear? No creo que les moleste particularmente esta pregunta en este momento», dijo Roth. «Si China tuviera que elegir entre evitar que Irán obtenga un arma nuclear o mantener el suministro de petróleo iraní, China elegiría lo último en todo momento».
La administración Trump intentó mantener un embargo global sobre el petróleo iraní, la principal exportación del país y la mayor fuente de divisas. El bloqueo fue parte de una campaña de máxima presión destinada a detener el programa de misiles balísticos de Teherán y el apoyo a milicias en Irak, Yemen, Líbano y Siria, que fueron deliberadamente excluidos del acuerdo de 2015.
A pesar de las críticas a la Administración Trump, la comunidad internacional cumplió ampliamente con el embargo de petróleo. Incluso China recortó la mayoría de sus compras de crudo iraní para finales de 2019 y principios de 2020. Solo alrededor de 11.640 barriles por día se movieron entre Irán y China en febrero de 2020, según United Against Nuclear Iran.
A medida que se acercaban las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, Pekín comenzó a aumentar sus compras.
Fuentes de seguridad nacional dijeron a The Washington Times que creen que los funcionarios chinos calcularon que Estados Unidos no castigaría a Pekín por las compras durante el período de incertidumbre política generada por la elecciones presidenciales.
Pekín triplicó sus compras de crudo iraní durante los meses inmediatamente posteriores a las elecciones, cuando los chinos  interpretaron que la Administración Biden no disuadiría tal actividad.
El asesor de seguridad nacional Jake Sullivan y el secretario de Estado Antony Blinken plantearon el tema en marzo durante sus primeras conversaciones cara a cara con sus homólogos chinos. La reunión, celebrada en Alaska, estuvo plagada de tensiones y desacuerdos en múltiples frentes, según fuentes de prensa.
«Nuestras discusiones en Anchorage incluyeron nuestras preocupaciones sobre las compras –de China– de petróleo iraní, así como otras cuestiones de aplicación de sanciones», dijo un alto funcionario de la administración a The Times en condición de anonimato en ese momento.
Reuters informó que la subsecretaria de Estado Wendy R. Sherman planteó el problema cuando visitó China en julio.
Algunos analistas han especulado en privado que la Casa Blanca espera que los funcionarios iraníes comprendan que su tolerancia a las compras de petróleo de China tiene la intención de animar a aceptar la invitación de Biden a unirse al acuerdo nuclear.
Sin embargo, el sustento financiero de Pekín a Teherán sólo parece envalentonar la resistencia de Irán a las propuestas diplomáticas y económicas de la Administración Biden. Los funcionarios del Ejecutivo de Biden reconocen que están explorando opciones si no pueden salvar el acuerdo nuclear.
Durante meses, Irán se ha negado a participar en conversaciones nucleares con funcionarios estadounidenses presentes. En cambio, ha entablado conversaciones «indirectas» con funcionarios de las otras naciones que formaron parte del acuerdo de 2015: Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China.
Irán señaló, por primera vez el miércoles, que entablaría conversaciones con funcionarios estadounidenses en Viena a finales de este mes. Al anunciar este paso, el negociador jefe de Irán, Ali Bagheri Kani, dijo que el objetivo de las conversaciones será la «eliminación de las sanciones ilegales e inhumanas» que Estados Unidos ha impuesto a Irán.
El tiempo corre y beneficia al régimen iraní en el desarrollo de capacidades y tecnología para alcanzar armas atómicas, mientras tenga un comprador de petróleo proactivo e incondicional como China que está dispuesta a evadir las sanciones de occidente. 
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