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19 de abril de 2024

El primer ministro británico, Boris Johnson

El primer ministro británico, Boris JohnsonAFP

Un exceso de alcohol y un «fracaso de liderazgo»: Johnson pide perdón tras publicarse el informe

El resultado de la investigación es «altamente crítico» contra el primer ministro Boris Johnson

Tras semanas de espera, el anhelado informe de Sue Gray ve la luz en Reino Unido. Gray, alta funcionaria, se encargó de investigar la seguidilla de fiestas en el Número 10 de Downing Street. Su trabajo consistió en discernir si los eventos, que tuvieron lugar en plena época de restricciones por coronavirus, fueron delito. Su veredicto es clave; mientras la oposición y gran parte de Reino Unido piden a gritos la dimisión de Boris Johnson, el premier se ha aferrado a la investigación de Gray para ganar tiempo.
Gray ha publicado una versión inicial del informe, que se centró de forma específica en varias de las fiestas del gabinete del premier. A pesar de la limitada selección de fiestas que analizó, el resultado es «altamente crítico», según la BBC.
La funcionaria revela que algunos eventos representan un «serio fracaso» por parte del Gobierno, que no cumplió con la normativa que esperaba del público inglés. Tilda de «fracasos de liderazgo y juicio» las decisiones tomadas por los empleados del Número 10. Denuncia también un «consumo excesivo de alcohol», impropio de un lugar de trabajo. Concluye con la sentencia de que la mayoría de las fiestas no tendrían que haber tenido lugar. 
Muchos diputados conservadores aguardaban al resultado del informe para decidir si formalizar o no un voto de «no confianza» con el Comité de 1922. Se trata de un mecanismo que podría forzar la dimisión del líder del partido al recibir al menos 54 votos de los Conservadores.
El informe es, sin embargo, preliminar.
La semana pasada, la intervención de la Policía Metropolitana obstaculizó el desarrollo de la investigación. Sue Gray delegó parte de su trabajo en el cuerpo policial de Londres, y su directora, Cressida Dick, pidió que se reescribiera el informe para omitir detalles que pudieran interferir con las pesquisas policiales. Aquello retrasó la publicación del dossier, que tendría que haber salido hace días. La oposición llegó a tachar la decisión de «artimaña» para proteger al premier. 
Con todo, Sue Gray determina que el Gobierno «tiene mucho que aprender de estos acontecimientos, y deberá actuar de forma inmediata, sin tener que esperar a la investigación de la policía».
El primer ministro se ha blindado con la excusa de la ignorancia: sigue alegando que «no sabía que estaba rompiendo las reglas» durante las fiestas, que en un primer momento dijo haber confundido con «reuniones de trabajo».

«I'm very sorry»

Boris Johnson se presentó ante sus diputados y oposición en la Cámara de los Comunes, a meras horas de recibir el incriminatorio informe.
Una vez empezado su discurso, Johnson «aceptó» los resultados del informe sobre la gestión de su gabinete, y sobre «las cosas que no [hizo] bien». Su posición era de humildad, pero se mostró reacio a admitir culpabilidad: «No vale la pena decir si esto o lo otro se adhería a las normas. La pandemia fue dura para todos. Pedimos a la gente de este país sacrificios extraordinarios. Sé que pedir perdón no es suficiente», añadió.
Continuó con la promesa de que habría cambios en el Número 10 de Downing Street. En los últimos días, y en vista de la crisis del conflicto ucraniano, muchos medios han acusado a Johnson de «distraer» a su Gobierno con los escándalos de las fiestas. El propio primer ministro argumentó que el problema de la naturaleza «fragmentada» de su administración debía resolverse, y para ello, en vez de dimitir, creará un despacho oficial para el primer ministro.
Además, pedirá una revisión del código de conducta del servicio civil. También prometió más anuncios y medidas en los próximos días para mejorar la relación entre Downing Street y el parlamento. «Lo entiendo, y lo voy a arreglar», añadió. 
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