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25 de abril de 2024

Tanque ruso destruido en Kiev Ucrania

Tanque ruso destruido en la región de KievAFP

91 días de guerra en Ucrania

Estos son todos los acuerdos que ha desbaratado la guerra de Ucrania

Las tensiones militares y políticas de la guerra de Ucrania influyen negativamente en las negociaciones sobre el control de armas nucleares, la no proliferación y el desarme, tanto a nivel regional como mundial

Las tensiones militares y políticas de la guerra de Ucrania influyen negativamente en las negociaciones sobre el control de armas nucleares, la no proliferación y el desarme, tanto a nivel regional como mundial.
A raíz de la cumbre presidencial entre ambos países, en el verano de 2021, Washington comenzó un Diálogo de Estabilidad Estratégica con Moscú que ahora ha tascado el freno. Al fracaso de la Conferencia de Revisión del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares de 2015, le siguió el colapso de 2019 del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio.
Las perspectivas para la diplomacia empeoran según aumenta la tensión en Europa oriental entre Moscú y Washington, países protagonistas de casi todos los esfuerzos para abordar los desafíos nucleares más apremiantes.

El acuerdo nuclear de Irán y más

Muchos meses se han invertido en Viena a la busca de restaurar el acuerdo nuclear iraní de 2015, impulsado por el presidente Obama. En ese tiempo y ámbito, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia fueron cordiales. Los estadounidenses elogiaron la colaboración con sus homólogos rusos.
El embajador Mikhail Ulyanov, el hombre clave de Rusia en las conversaciones de Viena, calificó sus diálogos con EE.UU. como «intensivos» y «útiles», las conversaciones estaban a «cinco minutos de la línea de meta», con un borrador de documento final de 20 páginas ya sobre la mesa. El enviado especial Robert Malley manifestó que llegarían a su «conclusión en las próximas semanas».
Todo eso se malogró con la invasión rusa de Ucrania. EE.UU. advirtió a Irán de que las negociaciones finalizarían en el pasado mes de marzo. No fue así y la pregunta ahora es ¿Cuánto puede avanzar Irán en su programa nuclear?
Washington se ausentó del proceso para apoyar a Israel, que no es firmante del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Esta situación lleva a una convergencia acelerada de Rusia, China e Irán, y se exteriorizó con ejercicios navales conjuntos en el Golfo de Omán. Moscú no presiona a Teherán por su creciente arsenal de misiles de crucero y de ataque terrestre.

Corea del Norte

La crisis actual entre rusos y estadounidenses afecta a otro desafío regional: el programa de armas nucleares de Corea del Norte, que se hizo imperioso en enero de 2022 cuando Pyongyang realizó nueve pruebas de misiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de su Hwasong-12 de alcance intermedio.
Kim Jong-un amenazó con reanudar «todas las actividades temporalmente suspendidas», en referencia a las pruebas nucleares y de misiles intercontinentales suspendidas desde 2017.
Los esfuerzos para desnuclearizar la península coreana no fructificaron, a pesar de que EE.UU. y Rusia comparten intereses dados los riesgos que plantea una Corea del Norte nuclear. Como observó Vassily Kashin, en 2020, Moscú se pone de perfil sobre Corea del Norte en los últimos años, sin tomar partido en la «confrontación entre Estados Unidos y China en Asia».
El 20 de enero, en el contexto de las crecientes tensiones con Occidente, Rusia se alineó con China para bloquear las presiones de EE.UU. en el Consejo de Seguridad de la ONU para imponer nuevas sanciones a Corea del Norte tras sus pruebas de misiles.
Si la crisis actual sigue acercando a Moscú y Pekín, dificultará que la comunidad internacional responda de manera efectiva a las provocaciones de Pyongyang ahora y en el futuro.

Una próxima conferencia tensa

Otra prueba de estrés para el régimen global de no proliferación fue la décima conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) de armas nucleares. Originalmente programada para la primavera de 2020, pero se retrasó por la COVID-19.
El ciclo de revisión actual está plagado de muestras públicas de animosidad entre las delegaciones rusa y estadounidense. A pesar de que ambas deben proteger el TNP, no está claro que exista suficiente voluntad política.
Sarah Bidgood, directora del Programa de No Proliferación de Eurasia en el Centro James Martin para Estudios de No Proliferación, advierte que otro tema complica la agenda de la conferencia: los cambios constitucionales de Bielorrusia, que legalizarían el despliegue de armas nucleares rusas en su territorio.
Las enmiendas propuestas recogen los comentarios del presidente Alexander Lukashenko cuando indicó que «ofrecería a Putin devolver las armas nucleares a Bielorrusia» si Estados Unidos avanza las armas nucleares estacionadas en Alemania a Europa oriental.

Un camino lleno de baches

La guerra de Ucrania y la ampliación de la OTAN tienen un impacto de gran alcance en la diplomacia nuclear, incluso en áreas ajenas a la crisis inmediata.
Los actores estatales reacios a la no proliferación tanto en el Medio Oriente como en la península de Corea disponen de oportunidades crecientes para enfrentar a Moscú y Washington entre sí y carecerán de incentivos para el control de armas en su propio territorio si las mayores potencias nucleares no llegan a un acuerdo.
Las divisiones cada vez más profundas entre Washington y Moscú amenazan con dominar las deliberaciones en los próximos encuentros y frenar el progreso del desarme nuclear.
Hanna Notte, del Centro de Viena para el Desarme y la No Proliferación, señala que «a pesar de la profunda discordia entre Estados Unidos y Rusia, anterior incluso a la guerra de Ucrania, sus intereses siguen alineándose en muchos temas en la agenda de no proliferación y desarme».
«A medida que aumentan las tensiones, Moscú y Washington deberían priorizar aquellas áreas en las que parece más posible bloquear la diplomacia nuclear, como la restauración del acuerdo nuclear iraní, al mismo tiempo que persiguen la reducción del riesgo nuclear con carácter de urgencia y aseguran que la próxima conferencia de revisión sobre el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares no está secuestrado por cuestiones inherentes a la confrontación actual», agregó la experta.
Aunque puede ser tentador dejar estos esfuerzos en un segundo plano en medio de la urgencia de la guerra, las amenazas planteadas por la proliferación de armas nucleares y la carrera armamentista sin control trascienden a la crisis actual.
Recordemos la famosa frase de Ronald Reagan y Mijail Gorbachov: «Una guerra nuclear no se puede ganar y jamás se debe pelear».
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