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04 de mayo de 2024

El primer ministro británico, Boris Johnson, durante su rueda de prensa especial

El primer ministro británico, Boris Johnson, durante su rueda de prensa especialAFP

Escándalo Partygate

Boris Johnson se reconoce «humillado» pero se aferra al cargo tras el Partygate

Un inculpatorio informe de Sue Gray denuncia «una falta de respeto» hacia el personal de limpieza de Downing Street, que solía tener que limpiar vómitos y manchas de vino de las paredes

Boris Johnson se enfrenta a un momento difícil. Retiró su atención de la guerra en Ucrania durante un par de días, para gestionar su crisis doméstica: la alta funcionaria Sue Gray publicó por fin el informe sobre el denominado caso 'Partygate', y concluyó que las fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia violaron las restricciones sanitarias.
Johnson es el primer líder británico que recibe una multa mientras ocupa el cargo. Dio una rueda de prensa con la intención de limpiar su imagen tras la publicación, no solo del informe, sino también de unas inculpatorias fotografías que lo mostraban bebiendo y dando un brindis en Downing Street, sede histórica de la oficina del primer ministro británico.
«Me siento humillado. He aprendido la lección», recitó un Boris Johnson solemne.
Ante el «fracaso de liderazgo» y «consumo excesivo de alcohol» que denuncia Gray en el informe, Johnson se ha construido una excusa nueva tras la que parapetarse: consideraba su deber, como primer ministro británico, el asistir a estas fiestas para «celebrar» y «reconocer» los esfuerzos de sus empleados durante la pandemia.
En el informe, Sue Gray responsabiliza directamente a los líderes de Downing Street del escándalo sucedido bajo su mando. Durante su comparecencia en los Comunes, Johnson asumió la culpa y admitió que era «su responsabilidad», pero, a la vez, asegura que las fiestas formaban parte de «su trabajo».
«Todos cometemos errores. Y debemos aprender de ellos», se excusó el primer ministro.

Maltrato al personal de limpieza

Harry Cole, periodista del tabloide The Sun, señaló ante Boris Johnson que el personal de limpieza de Downing Street tenía, rutinariamente, que limpiar vómitos de los pasillos de la residencia, y manchas de vino que salpicaban las paredes.
El informe de Sue Gray señala que se trataba con «desprecio» al equipo de limpieza y de seguridad en Downing Street.
«Descubrí que algunos empleados eran conscientes de actitudes y comportamientos preocupantes, pero no se sentían capaces de denunciarlos. Me hablaron de varios ejemplos de falta de respeto, y malos tratos, al personal de limpieza y de seguridad», detalla el informe elaborado por la funcionaria.
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