Kiev resiste como puede los bombardeos y ataques con drones iraníes de Rusia. La venganza por el atentado al puente que une la península de Crimea con la Federación Rusa, no cesa y los objetivos civiles siguen siendo el blanco favorito de las fuerzas invasoras.
Pero ahora el interés de Vladimir Putin está en destruir las centrales de energía de Ucrania. Su objetivo es que el país se quede a oscuras y no pueda afrontar el duro invierno que se avecina por falta de electricidad y de gas.
Anoche en Kiev se registraron «tres ataques contra una planta de energía en la orilla izquierda» de la ciudad, según Kirilo Timoshenko, jefe adjunto de la oficina presidencial, informa Afp.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, habló de explosiones en el distrito de Desnianski, en el noreste de la capital, que golpearon «una infraestructura crítica».
Timoshenko también informó de dos bombardeos contra una instalación energética de Dnipro, en el centro de Ucrania, que se saldaron con «daños graves».
Varios distritos de la ciudad se quedaron sin electricidad, según el gobernador local.
Igualmente, hubo ataques contra una instalación energética en Yitomir, una ciudad al oeste de Kiev, señaló Timoshenko. El alcalde de la localidad dijo que esto obligó a cortar los suministros de electricidad y agua.
En el este del país, una «empresa industrial» en Járkov fue víctima de ataques, indicó el alcalde, Igor Terejov, que dio parte de «dos series de explosiones» en un lapso de cinco minutos.