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29 de marzo de 2024

(FILE) Picture taken in June 2001 in Guatemala City during the execution by lethal injection of Tomas Cerrate Hernandez, for the kidnapping and murder, together with Luis Amilcar Cetino, of businesswoman Isabel de Botrán. Guatemala's President, Oscar Berger, announced 06 April 2005 he will seek for the abolition of the death penalty, to honor Pope John Paul II, who made the request in his three visits to the country. Thirty six inmates are currently sentenced to death in Guatemala.   AFP PHOTO/CORTESIA NUESTRO DIARIO / AFP PHOTO / NUESTRO DIARIO / STR

Ejecución mediante inyección letal de pentotalAFP

Estados Unidos

Increíble pero cierto: Estados Unidos falló las ejecuciones en el 35% de los condenados

En 2022 se han dado situaciones surrealista. La mayor parte de las veces, los funcionarios no lograban dar con la vena para aplicar la inyección letal y un reo hasta tuvo que dirigir su ejecución

Estados Unidos ha batido un récord lastimoso este año. El 35 por ciento de las ejecuciones fallaron. El sistema de la inyección letal, el más frecuente en el sistema penitenciario estadounidense, ha resultado ser una tortura para un porcentaje demasiado alto de los condenados.
El Centro de Información de la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés) ha publicado en su último informe escenas terribles que, en ocasiones, rozan el surrealismo. Tras comprobar el elevado porcentaje de actos fallidos, advirtió que estos, además, supusieron dolores físicos y psíquicos para los presos inhumanos.
En otras ocasiones, lo que sucedía es que la inyección letal de pentotal no hacía el efecto mortal deseado o el mecanismo fallaba.
La agonía de los «Dead man walking» u hombres que caminan a la muerte, la describen los abogados de los presos como una verdadera tortura. Según el DPIC, cuando no había problemas con la inyección surgían, en los casos mencionados, otros por no ajustarse al protocolo establecido.
La primera inyección letal en suministrarse a un preso en Estados Unidos data del 7 de diciembre de 1982, recuerda el diario británico The Guardian. Ese día, Charles Brooks, tuvo el trágico honor de estrenar la inyección de «tiopentato de sodio», más conocido como pentotal.
«Después de 40 años el Estado ha demostrado ser incapaz de aplicar la inyección letal sin garantías de fallos», declaró Robert Dunham, director ejecutivo de DPIC. «Las familias de los prisioneros, los prisiones, los testigos de las ejecuciones y el personal de prisiones -añadió- no deberían estar sometidos al trauma de ejecuciones fallidas».
En Alabam, Arizona y Texas se registra el mayor número de fallos. En el primer estado las tres últimas ejecuciones no se ejecutaron por incapacidad para localizar la vena. Eso es lo que sucedió con Joe Nathan James que tardó tres horas hasta que lograron colocarle una vía intravenosa.
En el caso de Alan Miller y Kenneth Smith tuvieron, directamente, que suspender el procedimiento. La gobernadora, Kay Ivey, ante el desastre ordenó suspender la totalidad de las ejecuciones para «revisar de arriba a abajo» el procedimiento y los mecanismos de aplicación de la pena capital.

A Clarence Dixon, tras 25 minutos sin lograr encontrarle la vena, los funcionarios decidieron, por su cuenta y riesgo, realizarle un corte en la ingle

En Arizona, el pasado mes de mayo, Clarence Dixon sufrió una auténtica escabechina. Tras 25 minutos sin lograr encontrar la vena, los funcionarios decidieron, por su cuenta y riesgo, realizarle un corte en la ingle. Fue el modo que, en contra de cualquier protocolo, eligieron para hacer cumplir la sentencia de muerte.

Frank Atwood, para no soportar mayores agonías, dirigió al equipo y le dio las indicaciones necesarias para que pudieran quitarle la vida sin más carnicerías

Pero, quizás, el escenario más surrealista lo protagonizó Frank Atwood que, para no soportar mayores agonías dirigió al equipo y le dio las indicaciones necesarias para que pudieran quitarle la vida sin más carnicerías.
El secretismo con el que se mantienen estos errores o ejecuciones irregulares se ha terminado con este informe, pero será por poco tiempo. Tres estados: Idaho, Florida y Missisipi, han incorporado leyes que permiten mantener ocultas las irregularidades.
La popularidad sobre la pena de muerte en Estados Unidos, según los últimos estudios, está en decadencia. 26 estados lo mantienen, pero en la práctica sólo seis, Alabama, Arizona., Oklahoma, Mississipi, Missouri y Texas las han llevado a la práctica este 2022.
Las 18 ejecuciones de 2022 a las que hay que sumar otras nuevas 22 condenas, son menores a las de años anteriores. En Oregón, la gobernadora, Kate Brown, planteó conmutar la pena de los 17 reos condenados.
Según el DPI una abrumadora mayoría de los ejecutados presentaba condiciones de salud que obligarían a haber evitado pena capital. Ocho tenían enfermedades mentales graves, cinco discapacidad intelectual, 12 antecedentes de infancias traumáticas y tres fueron ejecutados por crímenes cometidos cuando aún eran adolescentes.
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