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07 de mayo de 2024

Hayad Laaraych es juramentada como observadora permanente por parte de Marruecos ante el Parlamento Centroamericano

Hayad Laaraych es juramentada como observadora permanente por parte de Marruecos ante el Parlamento Centroamericanoparlacen.int

Marruecos margina a España en el Parlamento Centroamericano y gana influencia en la región

China y Marruecos se consolidan como los únicos socios extracontinentales del órgano de integración regional

Tras la reciente expulsión de Taiwán del Parlamento Centroamericano por la presión de China, queda claro que no hay espacio pequeño para disputar la hegemonía global entre las naciones democráticas y los autoritarismos.
El Parlamento Centroamericano (PARLACEN) que reúne a los países hispanohablantes de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Panamá ahora da la bienvenida al régimen comunista de Pekín como observador permanente, una especie de socio externo que ve, escucha y extraoficialmente aporta sus puntos de vista en las deliberaciones.
Pero China no es el único país culturalmente lejano que muestra interés en este espacio político en Centroamérica, también lo viene haciendo desde hace un tiempo Marruecos.
El pasado 27 de febrero, tomó juramento como nueva Observadora Permanente ante el PARLACEN Hayat Laaraych en representación de la Cámara de Representantes de Marruecos y en sustitución de Ahmed Lakhrif.
Marruecos se incorporó como Observador Permanente ante el Parlamento Centroamericano, el 16 de junio de 2015, después de la firma en Rabat del Convenio de Incorporación por parte de los Presidentes de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Consejeros.
De esta forma, China y Marruecos se consolidan como únicos socios extracontinentales de este órgano de integración regional junto con países más cercanos como México y Venezuela el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

«Experiencias pioneras de Marruecos»

El presidente del PARLACEN, Amado Cerrud Acevedo, destacó el lugar de Marruecos y su posición geoestratégica, que lo convierten en «una puerta de acceso a los países de la región para una mayor cooperación y acercamiento con los países africanos y árabes».
Acevedo resaltó en una reunión junto a Lakhrif «la importancia de aprovechar las experiencias pioneras de Marruecos, especialmente en el campo de las energías alternativas y en las políticas relacionadas con la inmigración».
El titular del órgano parlamentario centroamericano también se posicionó sobre el tema del Sáhara Occidental al señalar que con respecto al «conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí» el PARLACEN «apoya todas las soluciones pacíficas y las iniciativas que favorezcan la coexistencia».
Lakhrif, el hasta hace poco representante marroquí, señaló que la «prioridad concedida al refuerzo de las relaciones con los parlamentos latinoamericanos se basa en una opción estratégica del Reino en favor de la consolidación de la cooperación Sur-Sur, tal y como preconiza SM el Rey Mohammed VI».
España, por su parte, con un vínculo natural con la región, no ha querido ni podido ser admitido como observador permanente en este órgano de integración regional, que aunque poco funcional, intenta replicar la labor del Parlamento Europeo y ostenta la soberanía popular de los países centroamericanos, todos hispanohablantes, y con más vínculos con España que con Marruecos.
Para el relato marroquí sobre la «ocupación española» de Ceuta y Melilla probablemente sea útil tener aliados en aquellos países donde la izquierda hispanoamericana acumula resentimientos contra España por su «pasado colonial».
Sea cual sea el peculiar interés de Rabat en la región, resulta evidente que es necesario y con urgencia una política exterior asertiva y efectiva en Centroamérica de parte de Madrid.
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