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16 de mayo de 2024

Los dos rehenes rescatados hoy por las fuerzas israelíes en Rafah, sur de la Franja de Gaza, los argentinos-israelíes Fernando Simón Marman, de 61 años, y Norberto Luis Har, de 70

Los dos rehenes rescatados hoy por las fuerzas israelíes en Rafah, sur de la Franja de Gaza, los argentinos-israelíes Fernando Simón Marman, de 61 años, y Norberto Luis Har, de 70Hospital Sheba/EFE

Intenso fuego cruzado y soldados como escudos: así fue la operación militar israelí para liberar a los rehenes

Los cautivos se encontraban en un edificio de la sureña ciudad de Rafah, rodeados de milicianos de Hamás. Según han asegurado las autoridades sanitarias, se encuentran en «condiciones estables»

La Operación «Yad Zahav» ha devuelto la esperanza a centenares de israelíes. A primera hora de esta mañana, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado el rescate de dos rehenes en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Los cautivos han sido posteriormente identificados como Fernando Simón Marman, de 60 años, y Norberto Luis Har, de 70, secuestrados en el kibutz Nir Yitzhak, durante la masacre del pasado 7 de octubre.
Ambos son familiares de Clara Marman, 63 años, que, tras 53 días de cautiverio, fue puesta en libertad junto a su hermana Gabriela Leimberg, su sobrina Mia Leimberg, 17, y su perrita durante el último, y único alto el fuego, entre Israel y Hamás, el pasado mes de noviembre. La semana pasada, Marman, argentina-israelí, en declaraciones a El Debate, pedía a su hermano y a su pareja que fueran «fuertes». «No saben cuánto estamos luchando para que los liberen, pero se hace todo lo posible», confesaba.
A penas unos días después, estos esfuerzos se han convertido en hechos probados. Tanto Fernando como Luis se encuentran en «condiciones estables», han asegurado las autoridades sanitarias israelíes. Ambos han sido trasladados, de manera inmediata, al hospital Sheba, ubicado en Ramat Gan, para ser examinados tras más de cuatro meses de cautiverio. En un comunicado, las familias se han mostrado muy emocionadas «por su regreso».
La operación militar que ha hecho posible la liberación de estos dos rehenes no ha sido nada fácil. A la una de la mañana, y tras horas de preparativos, se dio finalmente luz verde al asalto de un edificio en la sureña ciudad de Rafah, último bastión de Hamás. Bajo fuego constante y con la cobertura de la Fuerza Aérea, las FDI, el Shin Bet –agencia de seguridad israelí– y el Yamam, la unidad de fuerzas especiales de la Policía, se consiguió rescatar, finalmente, a Fernando y Luis.
«Se trató de una compleja operación de rescate bajo fuego en el corazón de Rafah, basada en información altamente sensible y valiosa de la Dirección de Inteligencia y la Agencia de Seguridad de Israel», ha explicado el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari. El contralmirante también reveló que llevaban «mucho tiempo» preparándose para esta operación y esperando a que «se dieran las condiciones que permitieran llevarla a cabo». Finalmente, esos requisitos se cumplieron durante la madrugada del lunes.
A la 01:49, «las fuerzas especiales irrumpieron en un edificio en el corazón de Rafah», apuntó Hagari. Los soldados tuvieron que adentrarse hasta el segundo piso donde, según el portavoz militar, milicianos de Hamás tenían retenidos a los dos hombres. «Desde el momento de la incursión, las fuerzas de Yamam protegieron a Luis y Fernando con sus cuerpos, iniciando una audaz batalla y fuertes intercambios de disparos en varios lugares simultáneamente, rodeados de terroristas», en declaraciones del contraalmirante.
La operación, que duró alrededor de una hora, fue acompañada de fuego aéreo «para permitir la retirada de la fuerza y golpear a los terroristas de Hamás en la zona», declaró Hagari. En el fuego cruzado, los soldados israelíes han matado a tres milicianos de Hamás. Además, durante la ofensiva, el Ministerio de Salud de Gaza, en manos de la organización islamista, ha denunciado la muerte de 67 palestinos, según Reuters. Una cifra que, anuncian, podría aumentar durante las próximas horas.
Este último rescate se trata del segundo que tiene lugar en Gaza desde el inicio de la guerra, hace ya 129 días. En total, tres rehenes han sido liberados por el Ejército israelí, mientras que 110 fueron puestos en libertad por Hamás durante la tregua del pasado mes de noviembre. Aun así, todavía quedan cautivos 134 rehenes israelíes, de los cuales las autoridades hebreas calculan que 30 estarían muertos. Los familiares llevan semanas, sino meses, presionando al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para que llegue a un acuerdo de alto el fuego con la organización islamista palestina.
Netanyahu se ha negado a aceptar los términos de Hamás y ha apostado por intensificar la ofensiva militar en la Franja, apuntando hacia Rafah, el último refugio de los gazatíes, donde se calcula que se hacinan 1,3 millones de personas. Esta actitud beligerante le ha costado a Netanyahu las críticas de su principal aliado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que tildó de «exagerada» la respuesta israelí. Washington también ha advertido que no apoyaría una operación militar contra Rafah, si no existe un plan de evacuación concreto.
El éxito de esta operación ha otorgado un balón de aire al Ejecutivo de Netanyahu, que ha aprovechado para defender su estrategia de mantener la presión militar sobre Gaza como vía para la liberación de los rehenes. «Saludo a nuestros valientes guerreros por la audaz acción que condujo a la liberación de los dos rehenes», se ha congratulado el primer ministro israelí. «Solo la continuación de la presión militar, hasta la victoria completa, dará como resultado la liberación de nuestros secuestrados», aseguró Netanyahu.
En la otra cara de la moneda, el Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, además de celebrar la liberación de los dos hombres, volvió a advertir de que «se acaba el tiempo para los rehenes que quedan retenidos en manos de Hamás». La semana pasada, Clara Marman rogaba, en declaraciones a este periódico, que no perdieran en ningún momento «la esperanza de saber que pueden ser liberados». La argentina- israelí no podía imaginarse que, días después, estaría abrazando a su pareja y a su hermano.
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