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04 de mayo de 2024

James Carafano, experto en seguridad de la Fundación Heritage

James Carafano, experto en seguridad de la Fundación HeritageThorun Piñeiro

Entrevista con el experto en seguridad de la Fundación Heritage de EE.UU.

James Carafano: «Ucrania, tras la guerra, se parecerá más a Alemania en 1945 o a Corea en 1953»

Para el exmilitar, la frontera estará determinada por el lugar donde estén los ejércitos y «la gente tendrá que vivir con esa división durante mucho tiempo»

James Carafano, un militar retirado del ejército de EE.UU. tras 25 años de servicio, se unió al equipo de la The Heritage Foundation en 2003 como investigador principal en seguridad nacional y defensa antimisiles.
Esta fundación, con sede en Washington DC, tiene como misión formular y promover políticas públicas basadas en los principios de libre empresa, gobierno limitado, libertad individual, valores tradicionales estadounidenses y una fuerte defensa nacional. Razón por la cual, en alianza con su homóloga española, la Fundación Disenso, llevaron a cabo en Madrid, el evento «Libertad y Soberanía: El futuro de la Comunidad Atlántica».
En el marco de este encuentro que reunió a conservadores de ambos lados del Atlántico, Carafano, experto en asuntos exteriores, defensa, inteligencia y seguridad conversó con El Debate sobre los principales temas del escenario geopolítico actual.
–¿Quién ganará las elecciones de EE.UU. y qué impacto tendrá en Europa?
Estados Unidos es un país dividido a la mitad. Así que cualquiera de los dos candidatos puede ganar. Lo realmente interesante es que representan caminos increíblemente diferentes.
Lo que en realidad no cambiará es la relación transatlántica. El apoyo estadounidense a la asociación con Europa va a estar ahí. Como alguien que ha pasado mucho tiempo con el presidente Trump y su gente [puedo decir que] si Trump fuera electo, apoyaría a Ucrania y poyaría a la OTAN. De hecho, creo que sería un socio más fuerte para Europa que Biden.
–¿Qué haría diferente Trump con respecto a Biden?
–El enfoque natural de un presidente estadounidense con respecto a Europa es querer asociarse con Europa de abajo hacia arriba. Así que si Biden es presidente, irá a Bruselas, Berlín, París y listo, luego vuelve a casa.
Una administración republicana en los Estados Unidos va a empezar en el Este de Europa y no empezar en París, Bruselas o Berlín e ignorar a todos los demás.
–¿Qué pasará con la Defensa en Europa y la guerra de Ucrania?
–Creo que ya hemos llegado a un punto de estancamiento estratégico en Ucrania. Cualquiera de los dos presidentes, y por supuesto uno republicano, querría seguir viendo una Ucrania libre e independiente. De hecho, no sería más fácil para los Estados Unidos o para Europa lograr ese objetivo si Rusia conquista Ucrania.
Los estadounidenses van a querer más gastos de defensa de parte de los europeos. Creo que la gente malinterpreta esto. No queremos que los europeos hagan más para que los Estados Unidos pueda hacer menos e irse a otros lugares. Eso no pasará porque la realidad es que a nosotros también nos interesa Europa. Vamos a hacer nuestra parte, pero necesitamos más de los europeos. Por lo tanto, creo que aumentar el gasto de defensa es absolutamente esencial.
No es solo más unidad, se trata también de la base industrial, la capacidad de construir municiones, equipos y desarrollar nuevos sistemas. Por lo tanto, creo que esa asociación será bastante sólida.
–¿Cuál es la clave para lograr la paz en Ucrania?
–Creo que el futuro de Ucrania se va a determinar sobre el terreno, no en una mesa. La realidad es que Ucrania se parecerá más a Alemania en 1945, o Corea en 1953 o a Israel en 1968. La frontera estará determinada por el lugar donde están los ejércitos y la gente tendrá que vivir con esa división durante mucho tiempo.
No creo que los ucranianos vayan a renunciar nunca a su reivindicación de soberanía sobre sus tierras, como es justo, pero creo que la posibilidad de que recuperen esa tierra por la fuerza no va a ocurrir.
James Carafano, experto en seguridad de la Fundación Heritage

James Carafano, experto en seguridad de la Fundación HeritageThorun Piñeiro

–Rusia y China parecen imparables ¿Cómo se puede revertir este avance?
–No creo que China esté avanzando. Creo que la marca China ha caído en la mayoría de los lugares. Cada vez más personas evitan hacer negocios con China si no tienen que hacerlo. La economía china está en una situación terrible.
No digo que China sea un tigre de papel, pero la idea de que China está apoderándose del mundo simplemente no está sucediendo. Yo creo que está ocurriendo lo contrario. La gente piensa: ¿Cómo puedo limitar mis dependencias estratégicas de China? Y esto está poniendo a algunos países en una situación difícil en la que no quieren tomar partido entre China y los Estados Unidos.
A China no le importa si quieres tomar partido o no. China solo quiere que la gente esté de su lado. Así que eso de ser neutrales con respecto a China y hacer negocios simplemente no va a funcionar.
Cualquier nación que haga negocios con China y tenga una dependencia estratégica con ella está poniendo en riesgo su futuro.
–¿Qué opina del acercamiento de Pekín con Cuba, Nicaragua y Venezuela?
–Los chinos, rusos e iraníes, se están descontrolando en América Latina y la razón de ello es muy simple: tenemos una administración [en EE.UU.] que les permite desplegarse mientras tenemos una frontera abierta de par en par.
No estamos haciendo nada con respecto a las influencias extranjeras en nuestro propio patio trasero. Y creo que todo eso es completamente reversible. Bolivia, Nicaragua, Cuba, Venezuela, son países enemigos de los Estados Unidos y simplemente no los tratamos de esa manera. Esta administración los trata como amigos y tenemos que detener eso.
Nuestros amigos en América Latina nos dicen: '¿Qué están haciendo? ¿Por qué nos abandonan en manos de los narcotraficantes, los chinos y los rusos? Tampoco los queremos en nuestro patio trasero'. Así que realmente se trata de que los Estados Unidos se asocien con los países que quieren libertad, soberanía, estabilidad y prosperidad económica. Solo necesitamos un cambio en la política estadounidense.
James Carafano, experto en seguridad de la Fundación Heritage

James Carafano, experto en seguridad de la Fundación HeritageThorun Piñeiro

–¿Qué opina de la política exterior de Pedro Sánchez y su campaña para reconocer a Palestina?
–Me resulta increíble. No solo está mal dirigida y equivocada. Es inmoral. Si pudiéramos crear mágicamente un estado palestino hoy ¿Qué aspecto tendría? Sería una herramienta de los iraníes, sería enormemente opresivo con su propio pueblo, sería completamente corrupto y venal, sería un enemigo de Israel y un Estado patrocinador del terrorismo.
Cualquiera que apoye esta propuesta básicamente dice que lo que pasó el 7 de octubre está bien, que la violación y el asesinato de personas inocentes están bien. Así que no es solo una mala política sino que es completamente ruinosa e inmoral.
–Con todo esto, ¿Cómo sería la relación de una presidencia de Trump con Sánchez?
–Creo que serían buenas. La razón de ello es porque las relaciones entre EE.UU. y España van a ser buenas independientemente de quién sea el líder estadounidense o español. Definitivamente hay un fuerte interés mutuo. ¿Algún gobierno español va a sacrificar esa relación bilateral por las diferencias políticas? La respuesta es no.
Sin embargo, las políticas de los conservadores europeos, en particular de los conservadores españoles a favor de la familia, las tradiciones, la seguridad fronteriza, el rechazo de la destrucción de la soberanía nacional, el apoyo a la OTAN y el trabajo conjunto para contrarrestar a los izquierdistas en América Latina son cosas que se alinean mucho mejor con un presidente conservador en los Estados Unidos.
–Finalmente, ¿Hasta dónde cree que llegue el conflicto entre Israel e Irán?
El problema de que Israel e Irán vayan a la guerra es que hay muchos países en el medio y, por lo tanto, realmente no pueden enfrentarse directamente. Todo lo que podrían hacer es disparar un montón de misiles y drones de un lado a otro y eso es algo muy inconcluso y de final abierto.
No veo cómo alguno de los dos países podría darse el lujo de entrar en un conflicto más amplio. Por lo tanto, creo que hay medidas limitadas que ambas partes están dispuestas a tomar. Debemos recordar que el objetivo número uno del régimen iraní es preservar el régimen iraní.
Así que supongo que si se los iraníes se ponen demasiado conflictivos, incluso con un presidente estadounidense más duro con Irán, no van a llegar muy lejos.
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