Putin desplegará los misiles Oréshnik en Bielorrusia como garantía de seguridad ante la OTAN
Vladímir Putin ha anunciado este viernes que Rusia comenzará el despliegue de misiles balísticos hipersónicos Oréshnik en Bielorrusia como parte de un plan estratégico para garantizar la seguridad ante las «amenazas» de la OTAN en las fronteras de Europa del Este.
«Estos sistemas entrarán en servicio en nuestras Fuerzas Estratégicas y también serán desplegados en territorio de Bielorrusia», afirmó tras una reunión del Soviet Supremo de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia en Minsk.
Putin recordó que ya en 2023 se había aprobado el emplazamiento de armas nucleares tácticas en Bielorrusia como elemento de disuasión, y este nuevo paso refuerza la alianza estratégica entre ambos países. Por su parte, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, expresó públicamente su interés en recibir estos misiles de última generación, señalando la creciente amenaza que representan Polonia y Lituania, además de las fuerzas de la OTAN en la región.
Según Putin, los misiles Oréshnik estarán operativos en Bielorrusia a partir de 2025, cuando la producción en serie esté completamente en marcha. Mientras tanto, especialistas trabajarán en los preparativos técnicos para su emplazamiento en antiguos silos soviéticos.
Oréshnik: una nueva amenaza para Europa
El Oréshnik, también conocido como «Avellano», es un misil hipersónico presentado oficialmente el pasado noviembre, cuando fue utilizado para atacar una fábrica de armamento en Ucrania. Este armamento destaca por su alta precisión y capacidad destructiva sin necesidad de componentes nucleares, lo que, según Putin, los hace equiparables a armas nucleares sin contaminar el entorno.
Los generales rusos explicaron que estos misiles pueden alcanzar cualquier capital europea en minutos, lo que convierte su despliegue en un serio desafío para los sistemas de defensa antimisiles occidentales.
Aunque el control sobre el uso de los misiles seguirá en Moscú, Lukashenko exigió que Minsk tenga la capacidad de decidir los objetivos en caso de conflicto. Para el líder bielorruso, las amenazas más inmediatas provienen de las tropas polacas y lituanas desplegadas cerca de sus fronteras, junto con fuerzas aliadas de la OTAN.
Además, ambos países firmaron un acuerdo de garantías de seguridad que refuerza su compromiso mutuo en la defensa de la soberanía, la integridad territorial y el orden constitucional de la Unión Estatal. Este pacto se suma a la nueva doctrina militar aprobada por la alianza, que busca enfrentar las crecientes tensiones internacionales.