El viceministro de exteriores ruso, Mijail Bogdanov, con el líder de Siria, Ahmed al Sharaa, en Damasco
El hombre fuerte de Siria condiciona la presencia de bases militares rusas a la entrega de Al Asad
El hombre fuerte de Siria y líder de facto del país, Ahmed al Sharaa, se ha embarcado en una frenética gira de contactos con diferentes países para conseguir levantar las sanciones económicas que pesan sobre su país e iniciar así la reconstrucción de la nación, devastada tras más de 13 años de guerra civil. Al Sharaa –meses atrás conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammed al Golani– se ha reunido con la mayor parta de líderes europeos, así como una delegación de Estados Unidos o países árabes, pero quizás el encuentro que más ha sorprendido ha sido con los representantes rusos. Vladimir Putin ha sido el principal valedor del régimen de Bashar al Asad hasta su caída el pasado 8 de diciembre a manos de una ofensiva rebelde liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), de Al Sharaa.
El dictador sirio, ante el inminente colapso de su Ejército, huyó a Moscú, donde Rusia le concedió el asilo por «razones humanitarias». El Kremlin y a pesar de haber asistido política, económica y militarmente a la dictadura de Al Asad durante más de una década, es pragmático y aún tiene importantes intereses militares en Siria. Por ello, casi dos meses después de la caída del dictador, una delegación rusa, encabezada por el viceministro de Exteriores, Mijail Bogdanov, puso rumbo a la capital, Damasco, para encontrarse con Al Sharaa. El objetivo de esta visita era negociar con el nuevo hombre fuerte del país la presencia rusa en las bases militares de Tartús y Jmeimim. Hasta ahora, estas localizaciones eran la única salida al mar Mediterráneo con la que contaba Putin.
El encuentro de este martes que desde el Kremlin tildaron de «francas», permitió al líder islamista exigir a Moscú que entregara a Bashar al Asad a las nuevas autoridades sirias, según informó la agencia de noticias Reuters, citando a fuentes familiarizadas con la conversación que duró unas tres horas. La agencia de noticias rusa Tass confirmó que las partes habían discutido el mantenimiento de las bases militares, sin entrar en más detalles. Como explicó el propio Bogdanov, los negociadores acordaron «continuar con las consultas». «Continuaremos el diálogo con las autoridades sirias», confirmó este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Por su parte, Damasco pidió a Rusia que reconstruyera la confianza a través de «medidas concretas como compensaciones, reconstrucción y recuperación».
En un comunicado oficial, difundido en Telegram, el Mando General de Siria subrayó además la necesidad de implementar la «justicia transicional destinados a garantizar la rendición de cuentas y la justicia para las víctimas de la brutal guerra del régimen de Asad». «La nueva Administración también ha enfatizado que el restablecimiento de las relaciones debe abordar los errores del pasado y respetar la voluntad del pueblo sirio y servir a sus intereses», aclaran en la nota. Rusia, sin embargo, parece no estar dispuesto a ceder y se niega a reconocer estos «errores», como informa Reuters.
Coincidiendo con la llegada de la delegación rusa a Damasco, la Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria publicó un informe en el que detalla las torturas del régimen de Al Asad durante la guerra. El documento, que cuenta con más de 2.000 testimonios y 500 entrevistas con supervivientes, acusa al dictador de utilizar métodos de tortura «a gran escala» y de manera «constante» a lo largo de los años, entre muchas otras atrocidades. A pesar de las evidencias, Rusia sigue protegiendo al dictador y su familia, a quienes da cobijo en Moscú.
Europa estudia cómo levantar las sanciones
La Unión Europea (UE) llegó este lunes a un acuerdo para levantar de manera progresiva las sanciones a Siria, con el objetivo de impulsar la recuperación económica del país. En este contexto, una delegación del Ministerio de Exteriores alemán se reunió, este miércoles, en Damasco con el ministro interino de Finanzas sirio, Mohamed Abazid, para discutir precisamente la hoja de ruta planteada días atrás en Bruselas. Según recoge la agencia de noticias Sana, Abazid reafirmó la «disposición de Siria a entablar relaciones diplomáticas y financieras con Alemania».
La parte germana, encabezada por el representante temporal de Alemania para el país árabe, Bjorn Gehrman, planteó «una serie de preguntas y mensajes que discutirá con la parte siria, además de las relaciones diplomáticas bilaterales». Bruselas advirtió de que esta medida es reversible y volverán a imponer sanciones si el grupo islamista de HTS no cumple con sus compromisos, sobre todo, en materia de derechos para las mujeres y las diversas minorías religiosas y étnicas.