La reforma de pensiones en Chile erosiona la ventaja de la derecha para las presidenciales

En Chile se acaba de aprobar en el Congreso de la República, una ley que reforma el sistema de pensiones. La ley de pensiones, de larga data, aunque con algunos defectos corregibles, permitió a Chile desarrollar un robusto mercado de capitales y financiar la expansión de la economía por más de 4 décadas.

La izquierda quería destruirla por completo, pero no lo logró. No obstante, en el nuevo texto, sorprende la falta de objetividad de muchos -políticos y académicos- para analizar el tema y no reparar o no observar los graves daños que esta nueva ley le generará a Chile en lo económico y en lo político.

Aquí algunas consideraciones sobre la reforma de pensiones chilena:

Se aumenta la cotización o aporte patronal a un 8,5 % y todos hablan de lo bueno que es para los trabajadores, pero pocos, de los nocivos efectos en la viabilidad de muchos negocios pequeños y en el empleo formal. Se olvidan que hace poco se disminuyó la jornada laboral a 40 horas, a cambio de nada. Fue una expropiación grosera avalada por el Gobierno, el Congreso y por las patronales (no olvidar esto). En España la izquierda está a punto de reducirla a 37.5 horas, es decir, trabajar menos. No se aumentó la edad de jubilación a 70 años, que es lo que correspondía.No se igualó la edad de jubilación de hombres y mujeres. ¿Para algunas cosas vale la igualdad y para otras no?La forma de financiar parte de los nuevos costos de la reforma es engañosa, pues contempla un préstamo al Estado de los trabajadores, por un 1,5 % (parte del 8,5 %) y todos sabemos que muchos políticos son camaleones y ese préstamo al Estado no se devolverá o eventualmente, de manera parcial.La forma como se legisló, dividió aún más a las derechas y los grandes ganadores políticos de esta ley son Gabriel Boric, Jeannette Jara -ministra del Trabajo y Mario Marcel- ministro de Hacienda, en ese orden. La carrera presidencial, que parecía ganada por la oposición, queda en duda, pues el gobierno de Boric y la izquierda, tratarán de cosechar frutos de esta ley que sería «su legado».Se mencionan poco las razones por las cuales las jubilaciones son bajas y la televisión goza mostrando viejitos diciendo que no les alcanza para vivir. Hay 4 razones: bajos salarios, lagunas previsionales y los retiros de hace no mucho, que dejaron a millones sin «plata en caja» para su jubilación. El gobierno y los parlamentarios aprobaron los retiros y ahora vemos los efectos. También la falta de previsión del chileno común que como sabe que el Estado saldrá a su rescate, en algún momento, no ahorra y gasta en tonteras. Por ejemplo: viajes al Caribe con crédito.La inmigración ilegal, la inseguridad interna y la informalidad laboral son 3 factores que explican también parte del caos que tiene Chile y esta nueva reforma no resuelve ninguno de estos temas. Por el contrario es un incentivo a la informalidad por los altos costos laborales y la inflexibilidad laboral que existe en Chile.La centroderecha no negoció nada a cambio, en materia de reducción del tamaño del Estado. Al sector privado se le aumentan los impuestos y los costos previsionales y el Estado no hace nada real para mejorar su eficiencia. Se comprueba esto al leer los periódicos cada día, en donde se muestran casos concretos de cómo se malgastan los recursos del Estado. Junaeb, fundaciones, Ministerio de la Cultura, Ministerio de la Mujer, MOP, Minrel, etc. Finalmente, la reforma es poco clara. Creo que no más del 10 % de los chilenos entiende su trasfondo.

La izquierda dura trabaja sin tiempos. El Partido Comunista ha sacado de paseo una vez más a nuestra élite, que conoce muy poco del Chile real. No sería raro que luego aparezca un estudio de la CEPAL -satélite de la ONU- que podría llamarse: «Efectos de la negociación política en la reforma de pensiones en Chile y su impacto en la economía en América Latina y el Caribe hacia el 2050».

La burocracia y la política populista han vencido una vez más.