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Un niño juega mientras unos hombres pasan junto a un grafiti que representa la reconstrucción de Gaza, en una sección de la barrera de separación de Israel, en Belén, en la Cisjordania

Un niño juega mientras unos hombres pasan junto a un grafiti que representa la reconstrucción de Gaza, en BelénAFP

El plan de Trump para Gaza empuja a los países árabes a proponer planes alternativos

Egipto y Jordania, los países de la región que más tienen que perder con la propuesta del presidente de Estados Unidos, trabajan a contrarreloj para arrojar algo de luz sobre el futuro de la Franja

Intencionado o no, el plan para la franja de Gaza anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la semana pasada junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha obligado a los países árabes a ponerse manos a la obra y presentar una propuesta alternativa para el futuro de la Franja, que evite el desplazamiento forzoso de más de dos millones de palestinos.

Trump presentó el enclave costero como un jugoso trozo de tierra en el que invertir y transformar en una especie de resort vacacional a orillas del mar Mediterráneo. El objetivo, convertir ese enclave completamente devastado tras más de 15 meses de guerra en la «Riviera de Oriente Próximo».

Los países árabes, y en especial Egipto, Jordania y Arabia Saudí, mostraron de inmediato su completo rechazo al plan de Trump. Amán y El Cairo ya se habían negado con anterioridad a acoger a más refugiados palestinos como venía proponiendo desde hacía semanas el republicano. Sin embargo, nadie en la región, tampoco en el resto del mundo, se esperaba que Trump se atreviera a proponer un proyecto de estas dimensiones, ilegal a ojos del derecho internacional e irrealizable ante la contundente negativa de las naciones de la región. Quizás, lo que realmente buscaba el mandatario era precisamente que, ante las irremediables consecuencias negativas para los países vecinos, estos movieran ficha y presentaran un plan alternativo que arrojara algo de luz sobre el futuro de Gaza.

Egipto, Jordania y Arabia Saudí parecen haber captado el mensaje y ya trabajan en ello. El Cairo anunció, este martes, que tiene previsto presentar un plan «integral» para la reconstrucción de la Franja que permita a los gazatíes permanecer en el territorio. El anuncio se produjo tras el incómodo encuentro entre Trump y el Rey de Jordania, Abdalá II. El mandatario estadounidense insistió, una vez más, que estaba decidido a «poseer» la Franja. Ante la pregunta de un incrédulo periodista sobre bajo qué autoridad haría tal cosa, Trump zanjó el debate con un simple: «La autoridad de Estados Unidos», sin entrar en detalles.

Por su parte, el monarca hachemita no pudo más que llamar a la calma y pidió esperar a que Egipto presente, más pronto que tarde, una propuesta alternativa. Este plan verá la luz, según adelantó un funcionario árabe al Financial Times, en una cumbre prevista para el próximo 20 de febrero en Riad, la capital de Arabia Saudí. Previamente, el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, esperaba reunirse con Trump en Washington, pero rechazó el encuentro con el republicano por insistir en la idea de deportar a los palestinos. El- Sisi ha querido evitar a toda costa tener que pasar por el mismo mal trago que el Rey jordano.

El Cairo no ha querido adelantar las grandes líneas de su plan, pero sí ha dado algunas pequeñas pistas. La televisión qatarí Al-Araby, citando varias fuentes egipcias, informó de que la hoja de ruta plantea reconstruir Gaza en un plazo de tres a cinco años —muy alejado de los 10 a 15 años que vaticinó Trump—, eso sí, sin tener que desplazar a sus habitantes.

La propuesta egipcia, por tanto, dividiría el proceso en dos etapas para retirar los escombros y reconstruir complejos residenciales, empezando por Rafah, en el sur de Gaza, para avanzar de manera gradual hacia el norte de la Franja. La rehabilitación del enclave se haría con la ayuda de los países árabes, la Unión Europea y las Naciones Unidas.

Europa también quiere jugar un papel en el futuro del enclave

Asimismo, según informó el medio qatarí, ya se han iniciado los preparativos para celebrar un encuentro a cinco entre Egipto, Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Jordania antes de la cumbre árabe que se celebrará en El Cairo a finales de este mes, con el fin de alcanzar una postura unificada sobre Gaza. Además de los países de la región, Europa también quiere jugar un papel en el futuro del enclave y, por ello, los ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia aprovecharán el espacio que les ofrece este fin de semana la Conferencia de Seguridad de Múnich para mantener encuentros con los diferentes líderes árabes.

Precisamente desde la ciudad alemana, el ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi, insistió este viernes en que cualquier solución para el conflicto palestino-israelí pasa por la creación de dos Estados. «La única vía para el logro de la paz duradera y justa solo será posible poniendo fin a la ocupación (israelí) y con la creación de un Estado palestino sobre los territorios palestinos (...) que viva en paz y seguridad con Israel», subrayó Safadi.

La Franja se encuentra completamente devastada. La Organización Mundial de Naciones Unidas (ONU) elevó a 51.200 millones de euros, la inversión necesaria para reconstruir Gaza y acabar con la «catástrofe humanitaria». Según un informe, hecho público esta semana, la ONU calcula que el conflicto ha generado más de 50 millones de toneladas de escombros, artefactos explosivos sin detonar, amianto y otros elementos peligrosas.

Ante esta situación, Trump fue claro al asegurar que nadie puede vivir en unas condiciones así –tampoco bajo el puño de hierro de Hamás–, los países árabes están de acuerdo, pero insisten en que los palestinos deben permanecer en Gaza.

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