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El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi

El presidente de Egipto, Abdelfatah al SisiAFP

El presidente egipcio rechaza reunirse con Trump si insiste en la deportación de palestinos

Egipto anunció, este martes, que presentará un plan «integral» para la reconstrucción de la Franja que permita a los gazatíes permanecer en el territorio

El plan para la franja de Gaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha supuesto un revulsivo en Oriente Medio. Quizás, entre las muchas intenciones del republicano al anunciar que tomaría el control de Gaza y expulsaría a los palestinos de ese territorio, estaba buscar la reacción de los países árabes y que fueran estos los que plantearan otras opciones. Sea como fuere, Egipto y Jordania –las dos naciones que el mandatario estadounidense propuso para acoger a los gazatíes– ya han movido ficha.

El Cairo, aunque está dispuesto a colaborar, ha marcado una clara línea roja y el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, trasmitió su rechazo a reunirse con Trump si sigue insistiendo en deportar a los habitantes de Gaza, según adelantó Reuters, citando dos fuentes egipcias. Aún así, en la noche de este martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores del país norteafricano anunció que presentará un plan «integral» para la reconstrucción de la Franja que garantice que el pueblo palestino permanezca en el enclave, aunque sin entrar en mucho detalle.

«La República Árabe de Egipto expresa su aspiración de cooperar con la Administración estadounidense, encabezada por el presidente Trump, para lograr una paz integral y justa en la región alcanzando una solución justa de la causa palestina que defienda los derechos de los pueblos de la región», reza un comunico oficial, hecho público por El Cairo poco después de que el Rey de Jordania, Abdalá II, se reuniera con el republicano en la Casa Blanca para abordar, precisamente, la situación en la región. El encuentro, mucho más tenso que el que mantuvo Trump la pasada semana con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acabó con la concesión del monarca hachemita de acoger a 2.000 niños palestinos enfermos para ser tratados en Jordania. Un gesto que, por las palabras del mandatario, le pilló por sorpresa. «Es un gesto muy hermoso», reconoció.

Trump insistió, con Abdalá II sentado a su lado, en su plan de «poseer» la Franja y convertir el enclave costero en una suerte de resort vacacional. «Vamos a tenerlo, vamos a mantenerlo y vamos a asegurarnos de que haya paz, que no haya problemas, que nadie lo cuestione y lo administraremos correctamente», se reafirmó el mandatario, ante la atenta mirada del monarca. Claramente fuera de lugar, el jordano trató de evitar las preguntas sobre el plan del estadounidense y se centró en halagar su gestión. «Señor presidente, creo sinceramente que, con todos los desafíos que tenemos en Oriente Próximo, finalmente veo a alguien que puede llevarnos a cruzar la línea de meta y traer estabilidad, paz y prosperidad a la región», apuntó. Aunque también quiso recalcar que «es difícil lograr que esto funcione [trasladar a más de dos millones de palestinos] de una manera que sea buena para todos».

Abdalá II se mostró cauto en todo momento y pidió esperar a que Egipto presentará su propia propuesta para Gaza, que cuenta con el respaldo del resto de países árabes. Tras el encuentro entre ambos mandatarios, Jordania se mostró mucho más contundente, a través de un comunicado oficial en su rechazo al plan de Trump, donde el monarca reiteró su apuesta por la solución de dos Estados para lograr «una paz justa». «El presidente Trump es un hombre de paz. Fue instrumental para lograr el alto el fuego en Gaza. Miramos hacia Estados Unidos y las partes implicadas para que se aseguren de que se respeta», señaló. Jordania es consciente de que la amenaza de que Washington suspenda la ayuda económica a Amán pesa sobre su cabeza, del mismo modo que le ocurre a El Cairo. Jordania recibió el pasado año unos 1.700 millones de dólares seguido muy de cerca por Egipto con 1.200.

Pero la negativa a aceptar desplazados gazatíes también pasa por la propia estabilidad de estos dos países que ya acogen una gran cantidad de refugiados. En Jordania, según datos de la ONU, hay registrados más de dos millones de palestinos de una población total de once millones. Por ello, los países de la región se han movilizado para evitar a toda costa que el plan de Trump se convierte en una realidad. Egipto –país mediador también en el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás– ha iniciado una frenética ronda de contactos y entre sus próximas citas tiene previsto una cumbre extraordinaria de los miembros de la Liga Árabe, y, además, acogerá una reunión ministerial de los 57 países de la Organización de Cooperación Islámica (OCI). Este martes, el ministerio de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, para preparar la visita la próxima semana del presidente, ahora en el aire y sin fecha concreta.

Con todo, El Cairo insistió en que «cualquier visión para resolver la causa palestina debe tener en cuenta la necesidad de evitar poner en peligro los logros de la paz en la región y, al mismo tiempo, abordar la causa fundamental del conflicto poniendo fin a la ocupación israelí del territorio palestino y aplicando la solución de los dos Estados como única vía hacia la estabilidad y la coexistencia entre los pueblos de la región». El plan de Trump para Gaza ha aumentado la presión sobre la tregua, Netanyahu amenazó a Hamás con reanudar la guerra si no liberaba a los rehenes previstos para este sábado, tras el anuncio de la organización islamista de cancelar el intercambio de cautivos por presos y acusar a Israel de violar los términos del alto el fuego.

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