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Putin a su llegada a Kursk

Putin a su llegada a KurskAFP

Putin se presenta en Kursk vestido de militar y canta victoria ante Ucrania

El Kremlin busca consolidar su dominio en Kursk y ampliar la presión sobre Ucrania en otros frentes

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aparecido, con toda sorpresa, este miércoles en la región de Kursk vestido con uniforme militar para supervisar personalmente las operaciones de su Ejército y proclamar la inminente victoria sobre las fuerzas ucranianas en la zona. Desde el puesto de mando de las tropas rusas, el mandatario, acompañado por el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, ha destacado la importancia estratégica de la región y ha asegurado que la ofensiva continuará hasta recuperar por completo el territorio ocupado por Ucrania.

«Confío en que todas las misiones que tienen por delante nuestras unidades de combate se completen incondicionalmente y que el territorio de la región de Kursk quede completamente liberado del enemigo en un futuro próximo», afirmó Putin en su intervención ante los mandos militares. Según el informe de Guerásimov, el 86 % de Kursk ya ha sido retomado, con las tropas rusas avanzando rápidamente en la recuperación del 14 % restante.

El líder ruso fue categórico en su mensaje: no solo ordenó la erradicación definitiva de las fuerzas ucranianas en Kursk, sino que también dispuso la creación de una «zona de seguridad» a lo largo de la frontera con Ucrania. Además, recalcó que los soldados ucranianos capturados serán tratados como «terroristas», aunque matizó que recibirán un trato humano conforme a las directrices del Kremlin. No obstante, recordó que «los mercenarios extranjeros no están cubiertos por la Convención de Ginebra», dejando entrever posibles represalias contra combatientes foráneos en la región.

El avance ruso en Kursk ha estado marcado por una serie de operaciones estratégicas, entre ellas una audaz maniobra en la que tropas rusas lograron infiltrarse en la localidad de Sudzha utilizando un oleoducto vacío, sorprendiendo así a las fuerzas ucranianas en su retaguardia. Según Guerásimov, en esta ofensiva participaron más de 600 soldados de la unidad chechena Ajmat, junto con efectivos de la Brigada 11 y el Regimiento número 30. En los últimos cinco días, Rusia ha logrado liberar 24 localidades y más de 259 kilómetros cuadrados de territorio, cercando a las unidades ucranianas en la zona.

El paso fronterizo cerca de la ciudad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, fue destruido durante la incursión ucraniana

El paso fronterizo cerca de la ciudad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, fue destruido durante la incursión ucranianaYan Dobronosov / AFP

Con este nuevo empuje militar, el Kremlin busca consolidar su dominio en Kursk y ampliar la presión sobre Ucrania en otros frentes. No obstante, la comunidad internacional sigue atenta a la posibilidad de un alto el fuego, luego de que Estados Unidos y Ucrania propusieran una tregua de 30 días. Sin embargo, el tono beligerante de Putin y su aparición en el campo de batalla sugieren que Moscú no está dispuesta a ceder terreno.

«Ucrania acepta esta propuesta. Consideramos que es positiva. Estamos preparados para dar este paso», dijo anoche el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien llamó a Washington a convencer a Moscú para que el alto el fuego entre en vigor lo antes posible. Precisamente, Zelenski aseguró en su momento que Kiev podría utilizar Kursk como moneda de cambio, lo que se convirtió para Moscú en un claro obstáculo para unas futuras negociaciones de paz.

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