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Marco Rubio califica de «tiranía disfrazada» que Alemania catalogue de extremista a AfD

Marco Rubio califica de «tiranía disfrazada» que Alemania catalogue de extremista a AfDGetty Images via AFP

Marco Rubio califica de «tiranía disfrazada» que Alemania catalogue de extremista a AfD: «Han vuelto a levantar el muro de Berlín»

Altos cargos estadounidenses, entre ellos Marco Rubio y JD Vance, denuncian la decisión de Alemania de clasificar al partido opositor AfD como extremista: «Una democracia no persigue a la oposición»

Marco Rubio, manifestó este viernes su preocupación ante la reciente decisión de las autoridades alemanas de catalogar a Alternativa para Alemania (AfD) como un partido de «extrema derecha», permitiendo así intensificar su vigilancia por parte de los servicios de inteligencia. En palabras del dirigente estadounidense, esta medida representa «una tiranía disfrazada» y no se corresponde con los principios democráticos que debería defender una nación como Alemania.

Rubio, a través de sus redes sociales, criticó duramente que el país europeo haya concedido nuevos poderes de supervisión a su agencia de inteligencia interna, la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV), dependiente del Ministerio del Interior. Según expresó, «dotar a una agencia de espionaje de la capacidad para observar a la principal fuerza de oposición no es propio de una democracia».

En su declaración, Rubio fue más allá y cuestionó el enfoque del Gobierno alemán en materia migratoria, señalando que «lo verdaderamente radical no es AfD, que recientemente obtuvo un amplio respaldo electoral, sino las peligrosas políticas de fronteras abiertas impulsadas por el establishment político, a las que precisamente se opone AfD».

Pocas horas después, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, se unió a las críticas, calificando a Alternativa para Alemania como «el partido más popular del país y el que mejor representa a la ciudadanía del este alemán». Vance advirtió que existe una ofensiva burocrática para acabar con el partido, y remató su mensaje con una frase cargada de simbolismo histórico: «Occidente derribó el muro de Berlín, pero ahora se ha vuelto a levantar, esta vez por decisión del establishment alemán, no por los soviéticos ni por Rusia».

Los miembros del partido Alternativa para Alemania (AfD), en su sede en Berlín

Los miembros del partido Alternativa para Alemania (AfD), en su sede en BerlínAFP

La decisión del BfV se sustenta en un informe de más de 1.100 páginas, que concluye que la orientación ideológica de AfD —en particular, su concepción étnica y basada en la ascendencia— vulnera los fundamentos del orden democrático constitucional. Tras este análisis, la agencia alemana considera justificado someter al partido a una vigilancia reforzada, lo cual puede incluir la observación de sus comunicaciones, redes de apoyo y actividades internas.

El contexto político añade mayor relevancia al caso: en las elecciones generales anticipadas del pasado 23 de febrero, AfD logró el 20,8 % de los sufragios, consolidándose como segunda fuerza nacional y convirtiéndose en el principal partido de la oposición en el Bundestag en la nueva legislatura que comienza en breve.

La reacción desde Estados Unidos evidencia una creciente inquietud sobre el rumbo que podría estar tomando la política interna alemana, en especial cuando medidas como estas son percibidas, desde el exterior, como una amenaza al pluralismo político. Aunque el Gobierno alemán defiende su postura como una salvaguarda del sistema democrático frente al extremismo, figuras influyentes en Washington han advertido del riesgo que supone utilizar mecanismos de seguridad estatal contra formaciones con amplio respaldo electoral.

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