Imagen del ataque contra el Puente de Crimea
Ucrania asesta otro duro golpe a Rusia y ataca el puente de Crimea en una nueva operación especial
Los Servicios de Seguridad ucranianos han logrado dañar gravemente los cimientos de la infraestructura que une la península de Crimea con la Rusia continental
Tan solo dos días después de la espectacular 'Operación Telaraña', en la que los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) consiguieron dañar y destruir unos 41 aviones estratégicos rusos situados a miles de kilómetros de distancia de la frontera con su país, Kiev ha asestado, este martes, otro duro golpe a la credibilidad del Kremlin con una nueva operación especial contra el puente de Crimea, o puente de Kerch, que une la península con la Rusia continental.
Según recoge la agencia de noticias Ukrinform, para esta operación se utilizaron 1.100 kilogramos de explosivos que se colocaron bajo el agua en los cimientos de la estructura. «El puente está en estado de emergencia», advirtieron. Al igual que ocurrió el pasado domingo, cuando el SBU asestó el mayor golpe contra la aviación rusa desde el inicio de la guerra hace ya más de tres años y tan solo con el uso de aviones no tripulados, el encargado de esta nueva ofensiva ha sido el teniente general, Vasyl Maliuk.
«Dios ama a la Trinidad, y el SBU siempre lleva a cabo sus planes y nunca los repite. Atacamos el puente de Crimea dos veces, en 2022 y 2023. Hoy continuamos esta tradición bajo el agua. Ninguna instalación rusa ilegal tiene cabida en el territorio de nuestro estado. Por lo tanto, el puente de Crimea es un objetivo completamente legítimo, sobre todo considerando que el enemigo lo utilizó como arteria logística para abastecer a sus tropas. Crimea es Ucrania, y cualquier manifestación de ocupación recibirá nuestra firme respuesta», sostuvo Maliuk en un mensaje a través de redes sociales.
Por su parte, Rybar, un canal cercano al Ministerio de Defensa ruso, informó de que el Ejército ucraniano atacó el puente de Crimea con algún tipo de «vehículo submarino», probablemente un dron submarino de movimiento lento como el 'Marichka' o el 'Toloka'. Según esta fuente, la explosión se produjo cerca de uno de los soportes, pero no causó daños, mientras que los escombros fueron arrojados a la carretera, lo que provocó el cierre temporal del tráfico.
El pasado mes de marzo, el comandante de la Armada de Ucrania, el vicealmirante Oleksii Neizhpapa, ya había advertido de que estaban preparando una nueva operación para destruir el puente de Crimea. Neizhpapa recordó que durante ataques anteriores, la superficie de la carretera y las estructuras ferroviarias del cruce resultaron dañadas, por lo que las tropas rusas ya no pueden transportar vagones pesados por este medio.
En esta misma jornada en la que la guerra se ha vuelto a trasladar a territorio ruso, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció un nuevo ataque contra civiles en la región fronteriza de Sumi.
Al menos tres personas murieron, aunque este número podría aumentar, ya que aún se están llevando a cabo las labores de rescate. «Es obvio que, sin presión mundial, sin medidas decisivas de Estados Unidos, Europa y todos los que tienen poder en el mundo, Putin ni siquiera aceptará un alto el fuego. Rusia no deja ni un solo día de atacar las ciudades y pueblos de Ucrania. Cada día perdemos a nuestro pueblo a causa del terrorismo ruso», sentenció Zelenski.
Estas palabras del ucraniano llegan tras la segunda ronda de conversaciones este lunes entre Kiev y Moscú, que volvió a terminar sin un acuerdo para una tregua. Las delegaciones de ambos países acordaron un nuevo canje de prisioneros, mientras que Rusia presentó su memorándum con las condiciones para un alto el fuego.
El presidente ruso, Vladimir Putin, exige para cesar los ataques contra Ucrania el reconocimiento internacional de las cuatro regiones ucranianas anexionadas durante la invasión –Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia–, así como de la península de Crimea, el repliegue de las fuerzas ucranianas, el levantamiento de las sanciones o la convocatoria de elecciones. Kiev adelantó que necesitará mínimo una semana para analizar la propuesta rusa y determinar cuáles serán sus siguientes pasos.