Miembros de las delegaciones ucraniana y rusa asistiendo a una reunión en la oficina presidencial turca de Dolmabahçe, en Estambul.
Ucrania y Rusia acuerdan canjear a todos los prisioneros de guerra heridos y liberar a los menores de 25 años
Ambas partes pactaron también la devolución de los cuerpos de hasta 6.000 soldados fallecidos. Kiev presentó una lista con los niños ucranianos deportados ilegalmente
Rusia y Ucrania se han reunido por segunda vez este lunes en Turquía. Las delegaciones de ambos países se dieron cita en el Palacio de Çırağan, en Estambul, para avanzar en las negociaciones hacia un alto el fuego total de, al menos, 30 días. Una vez más, la tregua sigue sin concretarse y tras algo más de una hora de encuentro, las partes acordaron un nuevo intercambio de prisioneros. Además, el jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, confirmó que había entregado a los rusos una lista con el nombre de 339 niños deportados ilegalmente por Rusia y que Kiev exige que sean repatriados.
En una rueda de prensa posterior, el ministro de Defensa de Ucrania y jefe de la delegación ucraniana, Rustem Umérov, anunció que durante el encuentro se acordó el canje de todos los prisioneros de guerra heridos o gravemente enfermos, así como la liberación de los militares cautivos de entre 18 y 25 años y la devolución de los cuerpos de hasta 6.000 soldados fallecidos. Umérov aseguró que también se discutió la posibilidad de un encuentro a tres bandas entre el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el mandatario ruso, Vladimir Putin, y el estadounidense, Donald Trump, a finales de este mes de junio.
«Hacemos un llamamiento a que se trabaje de verdad para poner fin a esta guerra: alto el fuego, acciones humanitarias y una reunión de líderes. Si Rusia se muestra seria, aceptará. Si no, deberán imponerse sanciones», explicó el ministro de Defensa ucraniano. Por su parte, el exministro de Cultura ruso, Vladimir Medinsky –que lidera al equipo ruso–, aclaró que los cuerpos sin vida de los soldados serán canjeados la próxima semana. Así, informó de que Rusia propuso una tregua de dos a tres días en «determinadas zonas del frente» para poder llevar a cabo los intercambios.
Al inicio de la reunión, el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, quien actúa como mediador, aseguró que el objetivo era aprovechar «al máximo esta oportunidad». «Nuestra expectativa fundamental es que las conversaciones se desarrollen de forma productiva, logrando avances concretos y alcanzando el resultado deseado lo antes posible», declaró Fidan, al tiempo que elogió los esfuerzos de Trump por lograr la paz en Ucrania.
Por su parte, Zelenski, quien participa en una cumbre de la OTAN en Lituania, advirtió que Rusia se prepara para una nueva incursión este verano desde Bielorrusia. «Si son tan descarados como para preparar ataques desde allí, entonces necesitamos más fuerza, juntos. Y ahora mismo, eso significa fortalecer a Ucrania para que podamos detener esta guerra y evitar su propagación», aseveró el mandatario.
En esta misma línea, Zelenski destacó la operación llevada a cabo este domingo por los Servicios de Inteligencia ucranianos (SBU), bautizada como Telaraña, mediante la cual Kiev logró atacar y dañar hasta un tercio de los estratégicos bombarderos rusos, a miles de kilómetros de la frontera, utilizando aviones no tripulados. «Rusia debe sentir lo que significan las pérdidas. Esto es lo que la impulsará hacia la diplomacia», sostuvo el mandatario frente a sus aliados en Vilna.
El primer encuentro cara a cara entre Rusia y Ucrania tras más de tres años tuvo lugar el pasado 16 de mayo, también en Estambul, con la mediación de Turquía y Estados Unidos. De esas conversaciones, que duraron poco más de dos horas, ambas delegaciones acordaron un intercambio de dos mil prisioneros —mil por cada bando—, así como el compromiso de presentar un memorándum con las condiciones para un alto el fuego. El canje se completó con éxito la semana siguiente a las negociaciones en la ciudad turca; sin embargo, el otro punto del acuerdo ha vuelto a ser motivo de disputa.
Moscú se ha negado, hasta este lunes, a facilitar el memorándum que Kiev exigía para volver a sentarse en la mesa de negociaciones. No obstante, según publicó la agencia de noticias Reuters la semana pasada, Rusia sigue insistiendo en abordar las «raíces del conflicto», un eufemismo con el que busca asegurarse de que Ucrania no se adhiera a la Alianza Atlántica en el futuro, adopte una postura de Estado «neutral» y permita la imposición de un Gobierno títere.
A pesar de que en esta ocasión Estados Unidos no ha enviado a ningún representante a Estambul, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, mantuvo una conversación telefónica este lunes con su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Rubio, según su portavoz, insistió en la importancia de «conversaciones directas y continuadas entre Rusia y Ucrania para lograr una paz duradera». Tras el encuentro, Moscú adelantó que «dentro de algún tiempo» habrá una tercera ronda de negociaciones. Kiev, por su parte, reconoció que las nuevas fechas serían entre el 20 al 30 de junio.