Bashar Al Asad, hospitalizado tras un intento de envenenamiento en Moscú

La noticia se ha sabido después de que el ex presidente sirio haya sido dado de alta: Bashar Al Assad sufrió un intento de envenenamiento, pero ha logrado recuperarse gracias ala intervención a tiempo de los facultativos rusos.

Bashar Al Asad se estableció en la capital de la Federación Rusa tra ser derrocado por la revolución encabezada por el antiguo miembro de ISIS, Ahmed al-Charaa. El fundamentalismo islámico pudo con un régimen sanguinario heredado de su padre y la dinastía se vió obligada a exiliarse fuera de Siria.

Buscado por crímenes de lesa humanidad, Al Assad tiene deudas pendientes con todo su pueblo. El odio que genera y las ganas de venganza le perseguirán toda la vida. Eso explica que aún estando en territorio bajo control de Vladimir Putin haya sido posible que sufriera un intento de asesinato mediante envenenamiento. Al menos eso dice el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La organización no gubernamental, de reconocido prestigio, asegura que Al Assad estuvo internado en un hospital en las afueras de Moscú donde fue tratado de urgencia por haber consumido sustancias que claramente estaban destinadas a terminar con su vida. Es decir, envenenarle.

La organización cita «fuentes privadas» que, como reproduce The Daily Mail, aseguran que «había sido envenanadeo.» El objetivo según la misma fuente, habría sido no sólo acabar con él sino avergonzar a Putin «y acusarle de ser cómplice del asesinado».

Según la misma publicación el único que acudió a verle al hospital fue su hermano Maher Assad que habría tomado nota de su «estado crítico tras ser envenenado». Un dispositivo formidable de seguridad habría evitado cualquier intento de acercamiento al hombre que está en los primeros puestos de busca y captura internacional.

El periódico británico recuerda que el Departamento de Estado de Estados Unidos estima que la familia del ex dictador posee un patrimonio de 2.000 millones de dólares y que su riqueza está oculta en numerosas cuentas, empresas fantasma, paraísos fiscales y carteras inmobiliarias.

Él, su esposa británica y sus tres hijos adultos dejaron sus palacios sirios y comenzaron una nueva vida en Moscú cuando Putin les concedió asilo en diciembre del año pasado.

Se cree que la familia compró al menos 20 apartamentos en Moscú por un valor de más de 30 millones de libras en los últimos años.

Asimismo, advierte The Daily Mail, Asma Al-Assad, la mujer del médico nacido en Londres que ha estado luchando contra una forma agresiva de leucemia, llegó a Moscú con su hija y sus dos hijos días antes de que su marido finalmente huyera de Siria.

También se supo que se descubrieron túneles secretos debajo de una mansión de la familia Assad después de que los rebeldes tomaron la capital, Damasco, y que la red podría servir como una posible ruta de escape para el dictador y sus aliados.