La condena en inglés y el link a la BBC de Sánchez para hacerse eco de los ataques en la playa de Sidney

El tiroteo en Bondi Beach, una de las playas de Australia más populares no ha dejado indiferente a nadie. Primeros ministros, líderes y presidentes de diferentes países del mundo han expresado su consternación por la masacre perpetrada por el fundamentalismo islámico contra una concentración de judíos.

La masacre protagonizado por un padre y un hijo contra la colectividad judía mientras celebraba Janucá, la festividad de las luces, dejó un saldo de 16 muertos y una veintena de heridos.

Las imágenes, grabadas por testigos desde diferentes ángulos, mostraron el horror que genera el odio contra Israel. Al mismo tiempo, enseñaron el rostro heroico de un musulmán que arriesgó su vida para salvar la de otros.

Ahmed Al Ahmed, el frutero que se ocultó detrás de un automóvil y esperó el despiste de uno de los tiradores apostado en un árbol, para abalanzarse por la espalda, reducirle y quitarle el fusil, ha merecido el reconocimiento y agradecimiento del primer ministro Benjamín Netanyahu y del resto de líderes.

El canciller alemán, Friedrich Merz, se quedó «sin palabras» hasta que pudo expresar: «Este es un ataque contra nuestros valores compartidos. Debemos poner fin a este odio, aquí y en todo el mundo».

Una reacción parecida tuvo Emmanuel Macron al compartir «el dolor del pueblo australiano» y reafirmar su lucha irrenunciable contra el antisemitismo, «donde quiera que ocurra».

La primer ministra italiana, Giorgia Meloni, insistió en mantener una «determinación firme para poner fin a toda formar de violencia y antisemitismo» mientras Úrsula von der Leyen aseguró algo que en ciertos sectores se pone en duda: «La UE está unida contra la violencia, el odio y el antisemitismo».

Las condenas se sucedieron de norte a sur. El presidente de Argentina, Javier Milei se sumó a las condolencias y denunció el «horror» mientras Sanae Takaichi, primera ministra de Japón, declaró estar «enfurecida» por el atentado: «El terrorismo es intolerable».

Difícil encontrar una democracia que haya guardado silencio, hasta el flamante gobierno de Bolivia que preside Rodrigo Paz, manifestó su «profunda consternación y enérgica condena» por los trágicos sucesos.

En España Pedro Sánchez sorprendió con un tuit en ingles y un link de la BBC. El presidente del Gobierno manifestó «enérgicamente» su «condena del ataque antisemita en Australia» y añadió: «Debemos trabajar sin descanso para erradicar el antisemitismo y el terrorismo. No tienen cabida en nuestra sociedad. Mi más sentido pésame y apoyo a las familias de las víctimas».

Aunque la totalidad de la prensa española estaba publicando la noticia y todos los detalles que se conocían en tiempo real, Sánchez eligió poner un línk a un Directo de la web de la BBC.

El presidente del Gobierno está abiertamente enfrentado al Gobierno de Israel al que acusó de genocida, boicoteó la vuelta ciclista a España para que expulsaran a los ciclistas israelíes, promocionó la flotilla en aguas israelíes y aceptó las felicitaciones de Hamás por reconocer a Palestina como Estado, pocos meses después de los atentados del 7 de octubre.