'Ultra', la descalificación mediática contra Kast que rechazó el 58 % de los chilenos

Tras los éxitos de la izquierda española en señalar, estigmatizar e inocular temor en el electorado con el calificativo de 'ultra', los izquierdistas de ambos lados del Atlántico intentaron sin éxito replicar la estrategia en Chile, donde José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, resultó electo presidente de Chile.

Para la izquierda política y mediática, solo su radicalismo es justo, válido y necesario. Cualquier otro planteamiento contrario les asusta y merece una violenta reacción «antifascista» y sobre todo para presentar su falso progresismo como alternativa y de paso imponer cordones sanitarios a los líderes conservadores emergentes. Esta estratagema en Chile no resultó.

Kast ha provocado pánico en los homólogos chilenos de Podemos y Sumar al denunciar frontalmente el asistencialismo y la criminalidad como formas de esclavizar a los ciudadanos y limitar su libertad como bien lo señaló en su entrevista con El Debate.

«El Partido Republicano, como un partido de derecha, busca modificar el tema del crecimiento y el de la seguridad, y por eso hablamos de un cambio radical, un cambio real para plantarnos muy fuerte frente al crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo que hoy día existe en Chile» declaró Kast en la entrevista con El debate, con ocasión de la Conferencia de Acción Conservadora en Hungría.

Kast, un abogado y católico practicante aliado de líderes europeos como Santiago Abascal, Giorgia Meloni y Viktor Orbán, comparte los valores de Dios, Patria y Familia, estandartes continuamente despreciados y atacados por la izquierda tanto cuando gobiernan como cuando están en la oposición para construir un «mundo nuevo multicolor» que denominan progresismo.

Kast, calificado de 'ultra' por su oposición al aborto y al matrimonio homosexual, ya ha celebrado su triunfo con un discurso sereno, conciliador y de unidad nacional con la promesa de gobernar para todos los sectores del país.

En contraste al discurso de Kast, el presidente colombiano Gustavo Petro ha reaccionado virulentamente a la elección del candidato de antepasados alemanes: «El fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi o a un hijo de un nazi».

Petro, que por sus palabras podría ser calificado perfectamente como un 'ultra', agregó: «Triste que Pinochet tuvo que imponerse a la fuerza pero más triste ahora es que los pueblos elijan su Pinochet: elegidos o no, son hijos de Hitler y Hitler mata los pueblos».

Un «ultra» votado por millones

El triunfo de Kast este domingo en Chile ha mostrado el rechazo de la sociedad chilena a la demagogia de un Gobierno izquierdista que ha destruido la bonanza y la seguridad de una de las naciones más estables y con mayor crecimiento de la región.

Casi cinco millones de chilenos (y dos millones más de los que votaron por la candidata comunista Janet Jara) coincidieron con el diagnóstico de los problemas y las soluciones planteadas por Kast.

Felicito a mi amigo José Antonio Kast por el gran éxito obtenido en las elecciones presidenciales de ChileGiorgia MeloniPrimera Ministra de Italia

El triunfo del «ultra» de Kast sobre los comunistas chilenos ha golpeado a la izquierda hispanoamericana y española que no duda en usar los recursos públicos para manipular la información en los medios de comunicación públicos para favorecer la implantación de sus ideas en las audiencias.

La militante cobertura de la Agencia Efe es un ejemplo ilustrativo de cómo la izquierda controla su línea editorial. Las redactores de esta agencia pagadas con los impuestos de los españoles tienen la palabra «ultra» como favorita para intentar denigrar a los líderes conservadores: «ultraderechista», «ultraconservador», «ultracatólico».

En cambio, Efe o la propia RTVE, evita referirse a los comunistas como ultraizquierdistas o «ultraateos» [palabra incorrecta, pero exageradamente análoga a la de «ultracatólico» que no termino de entender a qué se refiere].