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Lidia Fernández
CrónicaLidia FernándezVarsovia

Rusia como amenaza común: el Este fuerza a Europa a definirse

«Europa, por fin, entiende que la protección de su frontera oriental es responsabilidad común», ha manifestado el primer ministro polaco Donald Tusk

Soldados de países de la OTAN en ejercicios militares

Soldados de países de la OTAN en ejercicios militaresx.com/NATO

En un momento decisivo para la seguridad del continente, líderes de ocho Estados –Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Suecia, Finlandia, Bulgaria y Rumanía– se han reunido en Helsinki para impulsar una nueva fase de cooperación para reforzar la defensa del flanco oriental de la OTAN y de la Unión Europea.

La cumbre, Eastern Flank Summit, por primera vez ha agrupado a los países vecinos de la frontera con Rusia y Bielorrusia. Lituania ha sido representada por el presidente Gitanas Nauseda; Letonia por la primera ministra Evika Silina; Estonia por la primera ministra Kristen Michal; Polonia por el primer ministro Donald Tusk; Suecia por el primer ministro Ulf Kristersson; Finlandia por el primer ministro Petteri Orpo; Bulgaria por el primer ministro en funciones Rosen Żelazkov, y Rumanía por el presidente Nicusor Dan.

Aunque la fecha de la cumbre ya estaba decidida desde hace semanas, ha coincidido en medio de las negociaciones internacionales sobre un posible acuerdo de paz en la guerra de Ucrania; a falta de concretar los puntos clave: los términos de garantías de seguridad y la cesión o no de territorios por parte de Ucrania. Este telón de fondo hace que los compromisos de seguridad para los Estados del flanco oriental sean percibidos como una garantía adicional, tanto para ellos como para el propio proceso de paz. El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, se ha pronunciado en la Cumbre confirmando que participará en los arreglos de seguridad relacionados con Ucrania, aunque no ofrecerá garantías de seguridad formales por su cuenta ni desplegará tropas directamente en Ucrania por el momento.

El encuentro no se trataba de algo simbólico: los Estados participantes acordaron avanzar en la creación de una estructura de cooperación denominada «Guardia del Flanco Oriental de la UE», una iniciativa que aspira a reorganizar esfuerzos de defensa, compartir capacidades y planificar respuestas conjuntas ante agresiones o crisis. El papel de esta plataforma sería complementario a las responsabilidades de la OTAN en la defensa colectiva, reforzando la coordinación con los instrumentos de la Unión Europea en materia militar y civil.

Los líderes de los ocho países han sostenido que Rusia representa la amenaza más significativa y directa para la paz y estabilidad euroatlántica, subrayando la necesidad de mantener firme la defensa y la unidad política.

Cumbre del flanco oriental

Cumbre del flanco orientalRedes sociales

La cumbre de Helsinki marca un paso significativo en la colaboración entre los países del Este en un momento en que la amenaza rusa sigue latente, las negociaciones de paz en Ucrania avanzan lentamente, y la alineación entre la OTAN y la UE se vuelve cada vez más estratégica. La creación de estructuras como la «Guardia del Flanco Oriental de la UE» refleja una Europa del Este que, por primera vez en décadas, busca asumir responsabilidades de seguridad conjunta más allá de las alianzas tradicionales. En un continente donde la estabilidad –durante décadas garantizada en gran medida por la disuasión nuclear y la presencia militar estadounidense– enfrenta reconfiguraciones profundas. La cumbre muestra que los Estados del flanco oriental buscan ser actores activos, no solo espectadores, de su propia seguridad.

Unión frente a la amenaza

En Bruselas, tanto la Comisión Europea como el Consejo Europeo han reiterado su compromiso con la seguridad colectiva. Actualmente, la Alianza mantiene grupos de combate mejorados y fuerzas multinacionales desplegadas en los países bálticos (Operación Centinela del Este), Polonia, Rumanía y Bulgaria, como parte de su esquema de disuasión y defensa ante amenazas externas. Incluyendo: fuerzas terrestres, presencia aérea reforzada con patrullas y cazas rotativos y capacidades de defensa antimisiles. Estos despliegues son complementados por ejercicios conjuntos y entrenamiento continuo, con participación activa de los países aliados.

Aunque no estuvo en Helsinki, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayaba en la Cumbre de Berlín la convergencia con Estados Unidos en pro de un acuerdo de paz duradero y la seguridad de Ucrania, lo cual impacta indirectamente en la agenda del flanco oriental.

El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha resumido la Cumbre en Helsinki con una frase que ha resonado en la diplomacia europea: «Europa, por fin, entiende que la protección de su frontera oriental es responsabilidad común». El anfitrión del encuentro, Petteri Orpo, primer ministro de Finlandia, enfatizaba que los países del flanco oriental se enfrentan a una amenaza directa y persistente de Rusia, incluso si se alcanzara un acuerdo de paz en Ucrania, y advirtió que Moscú podría reubicar fuerzas hacia las fronteras de la OTAN si se concreta un acuerdo en Ucrania. El presidente de Lituania, Gitanas Nausėda, en debates sobre seguridad europea previos a la cumbre detalló que, los países de la frontera oriental requieren apoyo adicional del resto de la UE para elevar sus capacidades de defensa más allá de los compromisos estándar de gasto militar. Estas voces resuenan con el mensaje que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, manifestaba hace unos días: «Debemos prepararnos para una guerra como la que sufrieron nuestros abuelos y bisabuelos».

En la cumbre de Helsinki no se han firmado tratados ni compromisos jurídicamente vinculantes, pero sí ha marcado el compromiso de decisiones relevantes dentro del marco de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) de la Unión Europea. Y se ha confirmado la elaboración de propuestas para la iniciativa Eastern Flank Watch, un proyecto clave para fortalecer la vigilancia y defensa de las fronteras del Este. Estas propuestas serán desarrolladas y presentadas formalmente para su financiación dentro del marco presupuestario de la UE.

Rusia y el contrapunto diplomático

Portavoces rusos han insistido en que la expansión de capacidades militares occidentales constituye una escalada de tensiones y han acusado a la OTAN y a la Unión Europea de «empujar a Europa hacia una confrontación de largo plazo». En cuanto al largo proceso para poner fin a la guerra, Moscú también ha rechazado la idea de garantías de seguridad occidentales para Ucrania, calificándolas como parte de una «estrategia para cercar a Rusia». Una línea repetida por Moscú desde el 24 febrero de 2022, cuando las tropas rusas invadieron Ucrania por cuatro puntos: desde el norte por Bielorrusia, con el objetivo de llegar «rápidamente» a Kiev; desde el noroeste, avanzando hacia Járkov; desde las autoproclamadas «repúblicas populares» de Donetsk y Lugansk hacia el interior de Ucrania; y desde el Sur, desde Crimea, hacia el Norte.

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