Las Zonas de Bajas Emisiones crecen en tamaño y en número de ciudades

Las Zonas de Bajas Emisiones crecen en tamaño y en número de ciudades

Limitaciones a la circulación

Crecen las Zonas de Bajas Emisiones: las 250 nuevas ciudades que deben ponerlas en funcionamiento

Las Zonas de Bajas Emisiones son dinámicas, irán creciendo en espacio con el tiempo y cada vez afectarán a más ciudades

Hace ya casi un año que los 149 municipios de más de 50.000 habitantes deben activar de forma obligatoria las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), algo que están haciendo de forma progresiva a lo largo de todo este año, cuando la realidad es que deberían haberlo hecho en enero de 2023.

El objetivo de estas Zonas de Bajas Emisiones es reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) un 15 % respecto a 2019, un primer paso de cara a la completa descarbonización de la emisiones en territorio europeo, algo que debería ocurrir en 2050.

Objetivo: menos humos

La mayor parte de la población, especialmente los conductores, conocen las ciudades que deben aplicarlo de manera obligatoria, lo que no es tan conocido son las urbes que ya pueden adherirse voluntariamente a la puesta en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones.

La puesta en funcionamiento de las ZBE debe acompañarse de la correspondiente señalización

La puesta en funcionamiento de las ZBE debe acompañarse de la correspondiente señalización

Tal y como establece la normativa esta posibilidad se limita a los municipios de más de 20.000 habitantes que voluntariamente deciden acogerse a la puesta en funcionamiento de este plan. En principio tener más de 20.000 habitantes ya es una condición más que suficiente para su aplicación, pero la normativa hace referencia además a la calidad del aire.

Hoy voluntario, en 2025 obligatorio

Los municipios de más de 20.000 habitantes que no superen la calidad ambiental mínima exigida deberían poner en funcionamiento de manera voluntaria estas ZBE, si bien deberán hacerlo de manera obligatoria antes de 2025 para lograr mejorar los niveles de emisiones.

El funcionamiento será exactamente el mismo. El ayuntamiento está capacitado para elegir una zona de la ciudad, en función al volumen de tráfico, en la que pueden limitar la circulación de los vehículos más contaminantes. Para ello se servirán a las etiquetas medioambientales que luzcan.

Barcelona y Madrid son las primeras ciudades en poner en marcha las ZBE

Barcelona y Madrid son las primeras ciudades en poner en marcha las ZBE

Estas medidas pueden ir desde prohibir su circulación directamente hasta poner una tasa o peaje que limite el acceso de los coches más viejos y con emisiones más elevadas.

Pese a tratarse de una medida muy impopular, muchos municipios estudian su puesta en funcionamiento voluntaria, pues esto les dará acceso a importantes subvenciones dispuestas por la Unión Europea, que irán aumentando conforme mejore progresivamente la calidad del aire.

Este es el caso de los 67 municipios catalanes con entre 20.000 y 50.000 habitantes, que ya han confirmado que se suman a la iniciativa este mismo año.

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