El sector echa de menos un plan más ágil y que se abra a más tipos de coches
Mercado
Tres motivos por los que el plan Moves 3 es mejor que nada pero no es el plan que necesita el sector
El Gobierno en funciones acaba de confirmar la ampliación del Moves 3 hasta el 31 de julio, una buena noticia pero no la noticia que esperaba el sector
Los planes Moves nacieron en 2019 respaldados financieramente desde Europa para la descarbonización del automóvil y su eléctrificación.
Se trata de un plan ambicioso y con una magnífica dotación presupuestaria, 1.200 millones de euros en el caso del Moves 3 tras dos ampliaciones, pero que no han estado a la altura y no han contribuido a la electrificación del sector en mercados como el español, donde la cuota de ventas de vehículos electrificados (híbridos enchufables y eléctricos puros) apenas ronda el 12 %.
El sector pide más
En este contexto y con el Gobierno en funciones, el último Consejo de Ministros decidía la renovación automática hasta el 31 de julio del Moves 3 sin apenas variación en las condiciones de aplicación.
La renovación del parque español no pasa sólo por los eléctricos
Si como todo parece indicar la formación de Gobierno es cuestión de horas, hubiera sido más sencillo esperar a plantear una renovación adaptada a las necesidades reales.
Sin duda una buena noticia para el sector, pero una oportunidad perdida si tenemos en cuenta que se clonan los errores que ya arrastraba el anterior plan, fundamentalmente tres fallos que han señalado en numerosas ocasiones los fabricantes y que han hecho que no haya alcanzado sus objetivos.
Retraso en el pago
Sin duda uno de los mayores problemas del Moves 3. Tal y como confirman multitud de solicitantes, en el mejor de los casos debes esperar un año para recibir la ayuda, plazo que se está retrasando hasta los dos años en algunas comunidades.
Los cargadores domésticos siguen incluidos en las ayudas
Se trata de un plazo inasumible para los compradores, que se ven obligados a adelantar el importe de las ayudas. La situación es la misma en las subvenciones a la instalación de cargadores eléctricos.
Cotiza en la declaración de hacienda
No parece tener demasiado sentido que si es una ayuda a la compra de coche posteriormente cotice en la declaración, lo que supone que en muchos casos los compradores tienen que devolver más de 3.200 euros de una ayuda que en el mejor de los casos es de 7.000 euros, siempre que achatarremos un coche de más de siete años.
Deja fuera demasiados coches.
Más allá de la electrificación, si lo que queremos es reducir las emisiones parece coherente que las ayudas se dieran a la compra de cualquier coche nuevo con bajas emisiones, independientemente que sea eléctrico, gasolina o diésel, pues eso contribuye a mejorar la calidad del aire.
Ampliar las ayudas a coche son electrificados tiene sentido
Del mismo modo parece tener poco sentido limitar el precio del coche a 45.000 euros, pues la mayor parte de los coches electrificados tiene un coste superior a esa cantidad.
En la última modificación del mes de mayo, el Gobierno incluyó los coches eléctricos seminuevos con menos de un año de antigüedad, todo un acierto de cara a los fabricantes y una ayuda de consideración para los compradores.
