Algunas marcas ya cuestionan los híbridos enchufables
Tecnología
¿Adiós a los híbridos enchufables? Por qué algunas marcas dejan de lado esta tecnología
El reciente anuncio de Mini de no comercializar este tipo de motores puede significar el principio del fin para esta tecnología de transición hacia los vehículos 100 % eléctricos
Hace ya dos décadas que nació el primer vehículo híbrido enchufable. Se trataba del F3DM, un coche chino de la marca BYD que no llegó a comercializarse en Europa.
En 2010 vio la luz el Chevrolet Volt, el primer híbrido de estas características que llegó a Europa, mientras que posteriormente el Volvo V60 Plug-in de 2012 suponía la democratización de esta tecnología.
Camino de 'lo eléctrico'
Conviene diferenciar los vehículos híbridos no enchufables, tecnología encabezada por Toyota con el Prius de 1997, de los híbridos enchufables.
El Toyota Prius abrió la puerta a los coches híbridos, aunque no enchufables
Ambos combinan un motor de combustión con uno eléctrico. En los primeros, el motor eléctrico no tiene como misión mover en solitario el coche, aunque en ocasiones puede hacerlo, mientras que en los segundos sí es su responsabilidad moverlo, con una autonomía entre 50 y 100 kilómetros en función de la marca.
El 'absurdo' de llevar dos motores
La tecnología híbrida enchufable nace como una solución de transición hacia la completa electrificación del automóvil en un momento en el que las redes de recarga a nivel mundial eran muy básicas.
Con ellos se buscaba que los conductores pudieran recorrer una cantidad respetable de kilómetros a diario en modo eléctrico, disponiendo del propulsor de combustión para viajes largos.
Mercedes es de los pocos fabricantes que ha 'hibridizado' motores diésel
La lentitud del proceso de electrificación de algunos mercados como el europeo obligó a casi todos los fabricantes a optar por esta solución. De esta forma, numerosos países de la Unión Europea, como España, decidieron dotar a este tipo de automóviles de los mismos privilegios que a los vehículos 100 % eléctricos, con beneficios como aparcar gratis, subvenciones a la compra o permitir la utilización de los carriles bus.
Beneficios adicionales
De hecho, estos beneficios han provocado que en España las ventas de coches híbridos enchufables hayan crecido por encima de la media europea en los últimos años. Ya que mientras en Europa los compradores deciden pasar a los coches eléctricos aquí los conductores aún ven en esa decisión un salto al vacío y optan por los híbridos enchufables.
Los híbridos enchufables unen dos motores en uno
La realidad es que tecnológicamente son vehículos más complejos que los eléctricos y que los de combustible. Al fin y al cabo unen las dos tecnologías, lo que supone un verdadero desafío tecnológico sin un gran ahorro de consumo y emisiones.
Más pesados y caros
De hecho, cuando se agota la batería y funcionan con el motor de combustible, gastan más que un coche normal por el lastre de peso que supone cargar con la parte eléctrica, entre 300 y 500 kilos.
Algunos países exigen ya que cuenten con una luz visible desde el exterior para que demuestren que funcionan en modo eléctrico.
Mini, firma propiedad de BMW, ha sido la primera marca que ha confirmado oficialmente que renuncia a este tipo de tecnología. El nuevo Contryman no la ofrece, al igual que ocurrirá con el resto de sus nuevos modelos.
El nuevo Countryman no dispone de motor híbrido enchufable
Sus detractores hablan de la complejidad técnica, de su elevado coste de producción y de factores que afectan al usuario de manera directa, como seguros más caros y averías más frecuentes y caras de reparar.
En este contexto y dado que el objetivo a corto plazo es la electrificación, se trata de una decisión que tiene todo el sentido. Lo que no quita que se mantenga en la gama de otros muchos fabricantes, entre ellos BMW, pues es una solución válida para unas necesidades concretas de utilización diaria al poder recorrer en modo 100 % eléctrico el kilometraje medio de la mayor parte de los conductores españoles.
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