Siniestro en Sevilla
A pesar de conocerse ya algunos datos sobre el chófer que conducía el camión que arrasó un control de la Guardia Civil en el término municipal de Los Palacios, un español de 59 años con mucha experiencia en carretera, los detalles del siniestro forman parte del secreto de sumario de la investigación que está llevando a cabo la Guardia Civil.
La posición en la que queda el camión tras el accidente deja claro que hace la tijera, uno de los imprevistos más graves que puede sufrir un camionero en carretera.
Se trata de una situación que tiene lugar cuando el remolque cargado se descontrola y los frenos son incapaces de pararlo, lo que suele provocar que la cabina se ladee por completo arrastrada por el peso del citado remolque, arrasando todo lo que hay por delante.
Basta ver las fotos para comprobar que el camión accidentado hizo la tijera, una imprevisto ante el que Evaristo, que lleva 40 años tras el volante de un camión nos comenta: «¡Qué Dios te pille confesado!».
Él mismo reconoce haberla sufrido en una ocasión al volante, una situación en la que el remolque con la carga da «tres latigazos, uno hacia cada lado conforme tratas de corregir la trayectoria» y de repente parece que «empiezas a volar literalmente».
No sólo pierdes por completo el control del camión, sino que la carga te arrastra dentro de la cabina y se lleva todo lo que haya por delante, sin duda «uno de los imprevistos más graves que pueden ocurrir en un camión y que se produce con más facilidad si hay agua o algo de aceite en la carretera».
Pese a ello Evaristo cree que en este caso «la tijera fue una consecuencia del volantazo hacia la derecha que dio el chófer para evitar el accidente».
En su experta opinión, «cuando llevas muchas horas conduciendo un camión entras en un estado en el que pese a estar despierto no te enteras de nada» algo relativamente habitual antes de la utilización de los tacógrafos que limitan las horas de conducción. Hay que tener en cuenta que era de madrugada.
Evaristo recuerda lo ocurrido en un accidente similar en la N-1 en 2005, con un control que entonces «no estaba todo lo bien señalizado que debería, por lo que un compañero de profesión se lo llevó por delante».
Juan Ordóñez es compañero de profesión, también con 40 años de trayectoria en el sector. Juan confirma que «al 99 % se trata de un caso de somnolencia».
Juan habla también de un estado en el que «conduces pero no ves». Los camiones suelen llevar el control de crucero a 90 km/h, con lo cual es «imposible reaccionar si te das cuenta de que tienes el control encima». Juan confirma que «no se trata de un problema de visibilidad, pues los controles de la Guardia Civil en carretera están perfectamente señalizados sobre todo por la noche».
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