Industria
Hace ya más de una semana que saltaron las alarmas por las presiones que el Gobierno francés estaban llevando a cabo sobre el grupo Stellantis para evitar la deslocalización de sus principales modelos entre sus fábricas ubicadas fuera de Francia.
La cuestión de estado se centró sobre la futura producción del nuevo Peugeot e-208, un modelo eléctrico clave para marcar la evolución de las ventas de coches de la firma del león en Europa, especialmente en un contexto tan delicado como es el de la electrificación.
El Peugeot e-208 se fabrica actualmente en Trnava (Eslovaquia) y todo apuntaba a que el restyling iba a pasar a fabricarse en Zaragoza, hasta la injerencia del Gobierno francés, que presionó recientemente para que Stellantis trasladara la producción a Francia.
Esta adjudicación es previa a la llegada de la futura plataforma STLA Small, que servirá de base a la nueva generación de eléctricos urbanos del grupo: Peugeot 208, Opel Corsa y Lancia Ypsilon y para la cual España está muy bien posicionada.
Esta plataforma supone la fabricación de buena parte de los nuevos modelos eléctricos pequeños del grupo francés, un volumen que podría superar las 100.000 unidades y que estaría prevista para 2026.
Tal y como explicó Carlos Tavares, España es el país mejor posicionado por una cuestión de costes laborales, al tratarse del segmento más económico del mercado, este tipo de coches no puede asumir unos costes de producción elevados.
Dentro de las presiones llevadas a cabo por el gobierno francés destacan las referencias a las ayudas y subvenciones públicas recibidas por Stellantis. El gobierno, que es propietario del 6 % de Stellantis, aludió a que estas ayudas deberían traducirse en un compromiso moral para repatriar la producción de sus principales modelos entre ellos los citados Peugeot e-208.
Hay que recordar que el Peugeot 208 es uno de los modelos más vendidos del grupo, de hecho ha sido el coche más vendido de Europa en diferentes ocasiones.
Una semana después, el ministro de Industria, Héctor Gómez, ha respondido a las presiones del ejecutivo francés explicando el posicionamiento de España, explicando que «es necesario trabajar con absoluta discreción para que este tipo de proyectos lleguen a buen puerto».
Y poniendo en valor la importancia de la industria automovilística española como valor añadido a la adjudicación de nuevos modelos: «España es un país enormemente atractivo para la inversión de distintas empresas, por ejemplo Stellantis, que ya cuenta con tres factorías en nuestro país: Vigo, Zaragoza y Madrid».
Sin salirse de la confidencialidad que ya rompieron en el caso de Tesla, Héctor Gómez ha explicado su confianza en Stellantis, que «decidirá la mejor ubicación para el coche hermano Peugeot e-208».
El ministro ha puesto también en valor la fábrica de Zaragoza, que «ha conseguido unos resultados de calidad, eficiencia energética, productividad y clima social que la convierten en la candidata más competitiva».
Se trata de un mensaje que debería haber llegado antes, pero que en cualquier caso supone una apuesta por el saber hacer de las fábricas españolas, que encuentran sus mejores argumentos en la calidad de fabricación así como en unos costes de producción muy competitivos.
El Gobierno confía en que Stellantis confirme en breve la producción del modelo en territorio nacional, concretamente en la fábrica de la firma en Figueruelas, «esperamos tener las mejores noticias dentro de poco y trasladárselas lo antes posible».
Se trata de un apoyo muy esperado en el sector, sobre todo teniendo en cuenta que está en juego la producción europea de coches para las próximas décadas, pues los principales grupos automovilísticos están decidiendo la ubicación definitiva de sus plantas eléctricas.
Esto es primordial para España si tenemos en cuenta que es el segundo país de Europa que más automóviles fabrica, por detrás de Alemania.
La electrificación, que supone tácitamente un completo rediseño de las factorías y los procesos productivos, va a provocar un reposicionamiento de la producción de automóviles, que debe complementarse además con nuevas factorías de baterías cercanas. España pretende convertirse en una potencia europea en baterías, aunque a día de hoy solo tiene confirmada la nueva fábrica de baterías de VW en Valencia.
En este contexto, las presiones de los países a los fabricantes son constantes, tal y como hemos podido ver recientemente con las reuniones de Elon Musk con los presidentes de Francia e Italia, Macron y Meloni, países que junto a España están detrás de la instalación de una gigafactoría de la marca.
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