El arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán
Gabino Díaz Merchán (1926-2022)
Gabino Díaz Merchán
Prelado emérito de la Diócesis ovetense y su pastor entre 1969 y 2002, era el obispo más querido de los asturianos y tuvo un papel clave en la Transición española y en la adhesión de la Iglesia a la democracia
Nació el 26 de febrero de 1926 en Oviedo y falleció en la misma ciudad el 14 de junio de 2022
Gabino Díaz Merchán
Gabino Díaz Merchán fue una de las figuras de mayor trascendencia en la vida de la Iglesia española de finales del siglo XX, por la dificultad del momento histórico que vivió en primera persona en las responsabilidades y cargos a los que fue llamado.
Al «mejor obispo de Asturias», como repiten todos en estos momentos al ser preguntados, le tocó afrontar la convulsión de la Transición y el acercamiento para el diálogo de posturas encontradas y, en muchos momentos, dolorosamente enfrentadas por el pasado.
Él supo de estos acontecimientos desde muy pequeño, ya que su hermana Paquita y él quedaron huérfanos, bien pequeños, por la furia de la guerra. Las personas que últimamente acompañaban su debilidad rememoran lo duro que fue para los dos hermanos perder a sus padres, fusilados por los republicanos en la tapia del cementerio que está en la carretera entre Mora a Orgaz.
Gabino Diaz Merchán supo de la penuria de la dura posguerra junto a su abuela y sus tíos. Pero también conoció la primera y única llamada al sacerdocio, cuando asistió a la ordenación de unos nuevos sacerdotes en la zona. Nada más entrar en el Seminario, se desvela su capacidad para el estudio y su gran inteligencia, de ahí su traslado a Comillas, donde se licencia en Filosofía y se doctora en Teología. Tras su ordenación sacerdotal, vuelve a Toledo para impartir lo aprendido, donde llegó a ser un sacerdote muy conocido por su actividad en Acción Católica y Cursillos de Cristiandad.
En 1965 es ordenado obispo y enviado a Guadix-Baza, donde será muy querido por compartir con sus feligreses el amor y la miseria del lugar. En 1969 sustituye al carismático Vicente Enrique y Tarancón como pastor de Oviedo, y su primer guiño a la feligresía es celebrar misa en la santina y visitar a los mineros en la oscuridad de su labor.
Treinta y tres años estará a frente de la diócesis, hasta que el 7 de enero de 2002 Juan Pablo II acepta su petición de retiro y es sustituido por Carlos Osoro, actual Arzobispo de Madrid.
La labor pastoral de Gabino Díaz Merchán es relevante, no sólo por el amor que todos reconocían en la relación con él, sino por su esfuerzo intelectual para acercar las enseñanzas del Concilio Vaticano II a todos, aunque al principio sea tachado de rojo por los sectores más desconfiados de la apertura postconciliar de la Iglesia al mundo.
El siguiente escalón en la escalera de sus responsabilidades es la Presidencia de la Conferencia Episcopal un infame 23 de febrero de 1981, con la entrada a tiros de Tejero en el Congreso de los diputados, y sucediendo de nuevo a Tarancón, para llevar en volandas la libertad de pensamiento entre las partes que amenazaban desencuentro y firmando la adhesión de la Iglesia a la democracia.
Además de su afán conciliador y liberal, en el sentido de hombre que amaba la libertad como don divino para sí mismo y los demás, Gabino Díaz Merchán también es recordado por su apasionada defensa de los trabajadores; poniéndose siempre de su lado y apoyándolos. Por eso, se convierte en un símbolo vivo de su lucha en Oviedo, que le hará hijo adoptivo porque antes había sido un buen padre.
Por el paso a la otra vida de Gabino Díaz Merchán, las autoridades eclesiásticas y civiles ya han notificado que las banderas estarán a media asta, que todas las iglesias parroquiales van a ofrecer la Santa Misa por su alma y que las campanas ya doblan a duelo por el que fuera durante treinta y tres años el pastor más cercano, justo y conciliador que recuerdan todos sus feligreses.
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