Entre el balonmano y la política

Ángel Pablo Permuy Villanueva era muy querido en Lugo, su ciudad natal –procedía del barrio de Magoi y llevaba décadas afincado en el centro– , y de la que era concejal desde 2023, elegido en las listas del Psoe, partido que rige los destinos de la urbe gallega desde 1999. Primero bajo la batuta de la alcaldesa Paula Alvarellos –fallecida de forma inesperada el pasado 1 de marzo– y, posteriormente, a las órdenes de su sucesor, Miguel Fernández, centró su gestión, a lo largo de sus dos años en el concello lucense en las áreas de Economía, Personal, Contratación y Patrimonio.

Era un reconocimiento a su competencia en aquellas materias: licenciado en Matemáticas, se especializó en Dirección Económica y Administrativa de Hospital en la Escuela de Alta Dirección y Administración de Barcelona, también era técnico en Estadística. Después ganó por oposición una plaza en el Servicio Gallego de Salud, en el que prestó sus servicios hasta su jubilación, acaecida en 2019. A lo largo de su vida laboral desempeñó, entre otras, las funciones de director de gestión y servicios generales del hospital Cristal-Piñor, sito en Orense, volviendo, al término de su estancia, a Lugo para asumir el mismo tipo de competencias en el Hospital General Calde.

Mas su fama hundía sus raíces en el balonmano. Como recuerda la Real Federación Española de Balonmano, «asistió como anotador-cronometrador al Campeonato del Mundo Junior celebrado en Galicia en 1989 y a los Juegos Olímpicos de Barcelona. Como árbitro asistió a los Campeonatos de Europa Junior de Polonia en 1985, Francia en 2000, a los Campeonatos del Mundo Junior de Costa de Marfil en 1997, China en 1999 y al Campeonato del Mundo Femenino de Alemania en 1997». En total, dirigió partidos internacionales de balonmano en 17 países. Tras su retirada, asumió diversas responsabilidades en las estructuras federativas, como la presidencia del Comité Técnico de Árbitros.