El anfitrión de los futbolistas en Sevilla

Una buena concentración para un equipo de fútbol –sobre todo si es visitante– es una condición sine qua non de cara a un eficaz rendimiento en el terreno de juego. De ahí la importancia en la elección del hotel por parte de los responsables de los equipos. Cuando viajan a Sevilla mostraban predilección por dos establecimientos de la cadena NH, el 'Plaza de Armas' y el 'Collection', sucesivamente dirigidos desde 2004 por el navarro Ignacio Nacho Ansó Armendáriz; de él apreciaban una capacidad organizativa que garantizaba la tranquilidad y la discreción de las plantillas.

De no haber sido así, es poco probable que nueve equipos de élite, Real Madrid, Sevilla, Espanyol, Real Sociedad, Osasuna, Getafe, Alavés, Cádiz y Éibar –la lista no es exhaustiva– le hayan homenajeado públicamente en sus respectivas redes sociales. Se trata de una iniciativa poco habitual en el peculiar universo del fútbol.

Bien es cierto que a Ansó se le podía aplicar el dicho «de casta le viene al galgo»: su padre era el hotelero Ángel Mari Ansó, que rigió los destinos de NH en Navarra, dirigiendo personalmente establecimientos como el Hotel Iruña Park y El Toro, ambos ubicados en Pamplona. El hijo optó por seguir la senda paterna formándose en Turismo en la Escuela Universitaria de Pamplona.

Como recuerda la web Noticias de Navarra, Nacho Ansó «estuvo inicialmente destinado en el NH Gran Hotel de Zaragoza, donde ejerció como jefe de recepción durante dos años, antes de situarse al frente del Hotel Tryp Sancho Ramírez, en Pamplona, entre noviembre de 1997 y finales de 1999». Después regresó al NH Gran Hotel de Zaragoza, esta vez como director. Después empezó su etapa sevillana. Por lo que respecta a las causas de su repentino fallecimiento, acaecido al colisionar su moto con un automóvil en el Puente del Cristo de la Expiración, las primeras pesquisas apuntan a un infarto.