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06 de mayo de 2024

Cosas que pasanAlfonso Ussía

ELA

Los enfermos de ELA merecen, como mínimo, además de la ayuda económica exigible, un respeto. Muchísimo respeto. El más alto y absoluto de los respetos. No caridad

Actualizada 01:30

Se ha despedido Irene Montero con un enfado descomunal. Es lógico. Dejar de ser ministra es doloroso. Y en el caso que nos ocupa, lo ha hecho con injusticia. Ha acusado de su lógica expulsión del Gobierno a Pedro Sánchez, cuando la ejecutora de su situación de patitas en la calle no es otra que Yolanda Díaz, que es más peligrosa que una piraña en un bidé de los años cincuenta del pasado siglo. Yolanda es la que ha impuesto, por el poder de los pactos, a un antitaurino, diplomático errante, en Cultura, a una partidaria del terrorismo de Hamás en un nuevo ministerio que se ocupará de la Infancia, y a una anestesista que se dio de baja en plena pandemia en Sanidad. Una anestesista, por otra parte, que disfruta en los fines de semana en un chalé construido en terreno público que iba a ser destinado a albergar un hospital y cuya propiedad impropia comparte con su hermano y su papá.
Pero el texto nada tiene que ver con su deserción hospitalaria durante la pandemia ni con su benéfico placer durante los fines de semana en su chalé clamorosamente ilegal. Esto tiene que ver con la ELA, la terrible enfermedad –Esclerosis Lateral Amiotrófica– que padecen miles de españoles, y que el Gobierno rechaza su apoyo por su carestía, en concreto, 38 millones de euros. Como doña Mónica ya es ministra de Sanidad por indicación de la napia de doña Tucana de Fene, y dado el vacío de contenido de su ministerio cuyas competencias están transferidas a las comunidades autónomas –exceptuando Ceuta y Melilla–, creo conveniente recordar a la nueva ministra de Sanidad que 38 millones de euros son alpiste de jilguero para un Gobierno derrochador en majaderías y chorradas, y que los enfermos de ELA merecen, como mínimo, además de la ayuda económica exigible, un respeto. Muchísimo respeto. El más alto y absoluto de los respetos. No caridad. Justicia y respeto.
¿Cuántos millones de euros derrocha el Gobierno subvencionando películas estúpidas de sus titiriteros? ¿Cuántos millones de euros derrocha el Gobierno en obsesiones sexuales, bisexuales, transexuales y monosexuales? ¿Cuánto derrocha el Gobierno organizando talleres de pajitas y educación de masturbaciones y autogozos para los menores de edad? ¿Cuánto dinero derrocha el Gobierno alimentando, vistiendo y alojando a soldados del Islam que llegan a las costas de España en pateras, previamente remolcadas por barcos de negreros? ¿Cuánto derrocha el Gobierno en vuelos oficiales secretos a destinos confusos? ¿Cuánto derrocha el Gobierno en vuelos oficiales de Sánchez, sus ministros, y los amigos de Sánchez y de sus ministros? ¿Cuánto derrocha el Gobierno subvencionando empresas privadas de comunicación a cambio de manipular sus servicios informativos? ¿Cuánto derrocha el Gobierno manteniendo el nivel de vida y lujo de delincuentes golpistas huidos de la Justicia? ¿Cuánto derrocha el Gobierno en ocurrencias progres? ¿Cuánto derrocha el Gobierno en «oenegés», fundaciones, y asociaciones absolutamente prescindibles? Las preguntas se hacen interminables. ¿No hay en España 38 millones de euros para financiar y hacer llevadera la vida y la tranquilidad a los españoles enfermos de ELA?
El Gobierno ha rechazado esas ayudas. Es muy costoso. No hay dinero.
Son ustedes unos auténticos granujas.
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