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TribunaJosé F. Martín Cinto

Año 2025, la esperanza

Despacio, pero sin pausa, se están dando los pasos para poder romper definitivamente la unidad de España, ya que a estos partidos residuales, pero hoy decisivos, lo que más les interesa es la independencia de sus regiones y romper España definitivamente

Actualizada 01:30

Una vez concluido el desdichado año 2024, en lo que a la política en España se refiere, vamos a empezar un nuevo año, lleno de ilusión y esperanza, tanto en nuestro ámbito particular, como en lo que se refiere a la política en España, que sin duda, no habrá que tener mucha imaginación, para intuir que podrá ser mejor que lo que hemos vivido en el año 2024. Cuando empezó el año 2024, creo que nadie podría pensar que con el paso de los meses, llegaríamos al grado de degradación política, que estamos soportando, con un gobierno, que por ahora desgraciadamente, sigue presidido por un autócrata, narcisista y mentiroso compulsivo, que no creo que nadie, sea del color político que sea, quiera para España semejante desastre, ni un minuto más.

La pregunta es: ¿Cómo es posible que no haya forma de acabar con tanta ignominia? Creo que tenemos dos cuestiones, que hacen sea muy difícil, lograr acabar con esta situación. La primera es, que al estar dentro de la Unión Europea, como un miembro más de pleno derecho, es extremadamente complicado el pensar en un golpe de Estado, ya que no tendría realmente viabilidad y consenso, con los demás miembros de la Unión Europea. En segundo lugar nos hemos dejado ir en temas tan importantes, como el dejar que controlen los poderes judicial y legislativo, además de una férrea dirección según sus necesidades, de casi todos los medios de comunicación y en especial las televisiones generalistas. De esta forma han sacado adelante leyes y decretos, que puedan perseguir a aquellos miembros disidentes y contrarios, a las arbitrariedades constantes del gobierno actual.

Por otro lado y gracias a la nefasta Ley D’ondt, que sufrimos desde la época de Adolfo Suarez, se sientan en el Parlamento español, una serie de pequeños partidos, como Bildu, ERC, Junts y PNV, que aunque tengan poco peso específico en el conjunto de España, la mencionada ley, les permite, no sólo tener representación parlamentaria, sino además, en este caso, ser determinantes de la política a seguir, al estar nuestro nefasto presidente en sus manos si quiere seguir al frente del gobierno. De esta manera, despacio, pero sin pausa, se están dando los pasos para poder romper definitivamente la unidad de España, ya que a estos partidos residuales, pero hoy decisivos, lo que más les interesa es la independencia de sus regiones y romper España definitivamente. Su fuerza principal, es tener en sus manos al autócrata presidente, que seguirá dando y pactándolo que le pidan, para mantenerse en el poder y aspirar a presidir, lo que ya se está llamando, federación de repúblicas en nuestro querido suelo patrio, otrora España.

Afortunadamente, estamos viendo una actitud, que es de alabar, en los jueces, que siendo atacados y vilipendiados miserablemente, siguen adelante con todas las causas de corrupción que llevan consigo, el autócrata, su mujer, el fiscal general del Estado, el exministro Ábalos, etc.., Por otra parte y como no podía ser de otra manera, la actuación del autócrata en todo lo referente a la terrible gota fría en Valencia, ha servido para abrir los ojos a mucha gente y darse cuenta de la catadura moral e inasumible, de semejante personaje.

Podría detallar, con todo tipo de datos, fechas, cifras, de las innumerables felonías cometidas hasta la fecha por este gobierno, pero pienso que con estas pinceladas es más que suficiente para situarnos en manos de quien estamos. Lo importante ahora y sin demora, es que la sociedad civil, sin banderas de ningún tipo y todos unidos, no dejemos pasar ni un día más, para luchar sin descanso para que esta situación se acabe de una vez, antes de que sea tarde y nos convirtamos en una especie de pequeñas repúblicas tipo bananeras, al estilo la Venezuela actual.

Hemos visto, hace unas pocas semanas, como el clamor de la calle sin descanso y asumiendo los riesgos que se pudieran producir, ha hecho caer al primer ministro de Corea del Sur, que parecía imposible, pudiera darse. Es un ejemplo, pero muy ilustrativo, por tratarse de un país, en el que no se andan con paños calientes, a la hora de reprimir manifestaciones.

La fuerza de la razón es enorme, si se sabe hacer valer, con dignidad, pero con energía y eficiencia y en nuestro caso, con la valentía que haga falta, que va a ser mucha.

No obstante lo anterior, quiero mojarme en una cosa: si la sociedad civil, presiona de verdad con contundencia real, me atrevo a decir, que Pedro I el Mentiroso, será historia al final del próximo mes de febrero.

Yo dese luego, me apunto el primero, para conseguir con el esfuerzo que haga falta tanto de presencia, como de información y de la necesaria inyección económica, siempre necesaria en estos casos, cosa que no creo sea ni mucho menos un problema serio. Hagamos de una vez, todo lo que haga falta, para que España, siga siendo la gran España, de todos los españoles sin excepción.

  • José Fernando Martín Cinto es licenciado en Ciencias Físicas
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