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Ojo avizorJuan Van-Halen

El maquillaje

El coste de la deuda crece más que la economía española, aumentando su peso sobre el PIB. El efecto bola de nieve. En 2024 se situó en el 2,45 % del PIB, un nivel desconocido desde 2017. Sánchez llegó a la Moncloa en 2018

No me refiero sólo al maquillaje de Sánchez en sus sesiones televisivas, aunque deberíamos conocer cuánto nos cuesta su color facial y, de paso, quiénes son sus cientos de asesores y cuánto cobran. Pero preguntar sin obtener respuestas produce melancolía. Seguí, no tengo remedio, el último Pleno del Congreso: preguntas sin contestar. A menudo los ministros concluyen preguntando a los diputados que no pueden responderles. Bolaños es experto en la fórmula.

El semblante de la ministra Alegría evidenciaba alegría mientras su bancada aplaudía. El diputado Jaime de los Santos, una cabeza bien amueblada, recibió una enumeración de supuestos logros del Gobierno, pero aderezados. Nos comparó con otros países, sin contar los puntos de partida de unos y de otros. La ministra maquilló las cifras, como todos. No olvidó falsear los datos de paro. ¿Y los fijos discontinuos? Nada del galopante paro juvenil. El último informe del sindicato USO cifra los desempleados en 3.778.608. Supone 1.265.890 más parados que el dato oficial.

Alegría tampoco habló de deuda pública, la mayor con mucho de la UE, ni de los intereses que genera. Los pagarán hasta nuestros nietos. Sánchez gasta sin freno y engaña a quienes se dejan. Pero la gente va a la compra y vive la falsedad de esa jauja. Mientras, el Estado ingresa más que nunca. ¿A dónde va el incremento? ¿Y los fondos ilocalizables de la UE? Estarán por ahí, en algunos bolsillos o en la República Dominicana. ¿Alguien se sorprendería? Habrá que salir a las calles con un candil, como Diógenes en Atenas, buscando la honestidad y criticando la hipocresía

La deuda española se sitúa en 1.667.500 millones de euros, han leído bien, y creció en el primer trimestre de este año 46.931 millones. Nuestra deuda supera el 103,5 % del PIB, y en el último trimestre de 2024 fue del 101,8 %. Si comparamos la deuda del primer trimestre de 2025 con la del primer trimestre de 2024, se incrementó en 52.786 millones. España es uno de los países más endeudados del mundo. José Ramón Riera escribe en El Debate: «Si los mercados nos exigieran devolver el dinero prestado (…), cada español –desde los bebés hasta los mayores de cien años– tendría que aportar 2.768 euros netos». Esta es la situación y no la que nos cuentan.

Los intereses de la deuda superaron nuevamente un récord en 2024, con 38.986 millones de euros. El coste del endeudamiento había llegado a su máximo en 2014 con 36.706 millones, un enorme salto ampliado en el sanchismo. El panorama presupuestario de las administraciones públicas es cada vez más negro. Desde 2019 el coste de los intereses ha aumentado un 38 %: 10.755 millones. El coste de la deuda crece más que la economía española, aumentando su peso sobre el PIB. El efecto bola de nieve. En 2024 se situó en el 2,45 % del PIB, un nivel desconocido desde 2017. Sánchez llegó a la Moncloa en 2018.

Son falsos los logros del «Gobierno progresista». Considerar progresistas al PNV y a Junts es una broma. Sánchez miente siempre; mentiría hasta a su médico. Quiere hacernos creer que una opción liberal-conservadora no garantizaría avances sociales. Es una falacia histórica. Desde Canalejas a Dato –y el largo régimen de Franco también– consiguieron amplias conquistas sociales. Mintió Marisu Montero cuando atribuyó al socialismo avances sociales que no se le deben. Hay quienes compran ese relato. Deberían leer a Lakoff.

«España es el único país gorrón», dijo Trump. Sánchez se ocultó en la cumbre de la OTAN mientras sus acólitos reiteraban en el Congreso que no firmaría lo que firmó. Quería engañar a sus socios. Atribuyó la decisión a los militares, pero también mintió. Siempre traiciona el interés nacional para salvar su interés personal. ¿Por cuánto tiempo? El mundo sabe ya que Sánchez no es de fiar; antes lo sabíamos sólo en España. La legislatura no existe, no se gobierna, hace años que carecemos de Presupuestos. Claudia Montes, la Miss Asturias del harén de Ábalos, contó que éste y Koldo consideraban a Sánchez «un mindundi que hemos puesto ahí». Lo contaría por consejo de Ábalos; otra advertencia. Acabará faltando maquillaje.

En «Casa Pumpido», un tribunal político al servicio de un partido, se consumó la mayor corrupción política al aprobarse la amnistía, grave lesión al Estado de derecho. Lo contrario de lo que manifestaba Sánchez hasta dos días antes de necesitar siete votos. Y contra la opinión de muy ilustres juristas. No olvidemos los nombres de los seis magistrados que votaron a favor. ¿Dormirán tranquilos? La vida da muchas vueltas.

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