¿Qué fue del año de Franco?

Fue el pasado 10 de diciembre cuando Sánchez nos anunció que durante el 2025 se iba a celebrar el cincuentenario de la muerte de Franco bajo el lema de «España en Libertad». Ya dijimos entonces que tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 y hasta las elecciones de 1977 la libertad en España era la misma que con Franco. Si era mucha o poca es discutible. Pero lo que no se podía era conmemorar su muerte como momento del arranque de la libertad. Lo que convierte la conmemoración de esos cincuenta años en un acto necrófilo.

La mejor prueba de que aquel anuncio de Sánchez fue una improvisación era el que no tuvieran el comisionado para gestionar el aniversario. De hecho, su nombre apareció en el BOE el día en que tenía lugar el primer acto, el 8 de enero. Se trata de la profesora de Historia de la Universidad de Zaragoza Carmina Gustrán que está teniendo un papel perfectamente discreto. Desde el primer momento se generó cierta polémica pues el Rey no fue al acto inaugural y la única participación que ha tenido hasta ahora en ese cincuentenario ha sido una visita a dos campos de concentración en Alemania. Lo que no sé qué tiene que ver con el cincuentenario de la muerte de Franco. Aunque mucho más que bastantes de los actos conmemorativos que aparecen en la página oficial de la comisión. Entre otros: «Discapacidad con derechos: Desplegar el Artículo 49», la «Inauguración de la sede del Ministerio de Juventud e Infancia», la entrega del I Premio Pedro Zerolo, una «Jornada sobre el Seprona», una gala «20 años de amor» -que no cincuenta- y un «Madrid Summit. Diálogos Por Los Derechos Humanos LGTBIQA+». Eso entre lo ya celebrado complementado con mucho cine, varios ataques a la Iglesia Católica y una serie de ubicaciones en España que han sido declaradas «Lugar de Memoria Democrática» como la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, la tumba de Antonio Machado en Colliure, la línea de ferrocarril «Directo» de Madrid a Burgos que se planeó en la dictadura de Primo de Rivera y se terminó en 1968, la cárcel provincial de Murcia que según la página del cincuentenario «fue concebida en 1922 e inaugurada en 1929 para reemplazar a la antigua prisión de la Misericordia Nueva, situada en el Paseo de Garay. En esta antigua prisión, los reclusos vivían en condiciones deplorables, en una especie de caserón en mal estado». Es decir, un reconocimiento a la preocupación del dictador Primo de Rivera por la población reclusa. Lo más interesante del mes de agosto va a ser la participación en los actos de conmemoración de la liberación de París, que ya se sabe que estuvieron muy relacionados con la dictadura de Franco.

Yo pensaba que por lo menos se guardarían el plato fuerte para el 20 de noviembre, 50 aniversario de la muerte de Franco. Pues nada, ese día se celebra el congreso «Radiografía del antifranquismo en España y Francia (1939-1977): Partidos, sindicatos y movimientos sociales» coorganizado por la Universidad de Alicante con la Universidad de Toulouse y se prevé que lo inaugure Fernando Martínez López, Secretario de Estado de Memoria Democrática. Por cierto, que conmemoramos la libertad que llegó en 1975 con un seminario universitario que sostiene que el franquismo duró hasta 1977. Vamos, que todo el programa es conmemorar la nada. Todo lo que he citado aquí está sacado de la página oficial www.espanaenlibertad.gob.es que, por cierto, funciona catastróficamente mal y se bloquea constantemente.

Por si faltara algo, el pasado martes el Consejo de Ministros declaró Lugar de Memoria Democrática a la comisaría de vía Layetana en Barcelona. Se responde así a una petición de los independentistas que denuncia el que desde allí se dirigieran las operaciones policiales contra el golpe de Estado del 1 de octubre de 2017. Hasta a eso recurren para conmemorar la muerte de Franco. Hace falta desvergüenza.

Quizá la escasa relevancia de todo lo que se está haciendo en este cincuentenario se deba a que por fin este Gobierno se haya dado cuenta de que los jóvenes cada vez tienen más interés en conocer la figura de Francisco Franco y que hasta los que somos de familias que nunca fueron franquistas nos vemos en la posición de tener que defender su figura contra las mentiras que se proclaman constantemente sobre él.