Amenazas varias

Ante el debate que se abre en Europa sobre la necesidad del regreso del servicio militar y el aumento en gasto militar para protegernos de la amenaza rusa, el panorama bélico actual nos muestra que aunque Rusia lleva meses combatiendo contra un país pequeño y pobre, Ucrania, sus perdidas humanas y económicas enormes y sus avances escasos en el campo de batalla pronostican que si su rival hubiera sido la OTAN sus probabilidades de triunfo hubieran sido nulas sin recurrir a su armamento nuclear, lo cual iniciaría una guerra nuclear ante la cual poco podrían hacer más soldados o más gasto en defensa.

Por otro lado, la IA avanza silenciosamente imparable en manos privadas a las que no se les exige solvencia espiritual para manejarla, solo económica para desarrollarla y explotarla haciéndose con datos de ciudadanos como el chico que recientemente se suicidó y cuya última conversación había sido con una IA. Parece que la IA ha conseguido introducirse en el delicado ámbito emocional desde el cual puede avanzar sin oposición alguna de la sociedad y ante la cual los gobiernos solo nos ofrecen una defensa, que los niveles de ambición y sensatez de sus desarrolladores, protegidos tras lucrativos secretos comerciales, se mantengan dentro de la normalidad.