Políticos de lenocinio

Las palabras del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, me dieron que pensar en demasía: «El Partido Socialista es un partido peligroso para las mujeres». Esta declaración reviste veracidad a todas luces. Pensemos en Los Tres Mosqueteros de lenocinio del PSOE que ya han pisado la cárcel por estos y otros delitos. José Luis Ábalos y Koldo García, por su parte, han pasado de ser políticos a convertirse en proxenetas, con cargo a los fondos públicos, tirando por la borda el eslogan del partido, «Cien años de honradez», o el que reza que «el socialismo es un capitalismo con rostro humano». Después de la corrupción y la prostitución que les salpica, han dejado de ser humanos, pues trafican con mujeres y con el erario. La dignidad brilla en ellos por su ausencia. Si a esto le añadimos los escándalos del presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, la obra de Pablo Iglesias se desmorona. Con razón se habla del 'sanchismo', y con razón se lamentan de estos hechos los militantes que han permanecido fieles a los postulados de la ideología del fundador.

Que el PSOE sea degradado a tal humus no exonera, empero, al PP, pues también tiene mucho que callar por la corrupción de varios de sus miembros. Esta misiva quiere incidir en el partido del Gobierno, pero tiempo habrá para escribir sobre la perversión o rufianería del partido de la eterna oposición.

Las fechorías de Ábalos y Cía han sido motivo de decepción de sus votantes y de todos nosotros, de un país que, en líneas generales, goza de buena salud democrática. Pero desde, al menos, Platón, sabemos que si las formas de gobierno no se basan en el respeto a la ley, devienen tiránicas, así como irrespetuosas y delictuosas.

Cuando se celebren los correspondientes juicios a los inhumanos mencionados, espero que caiga sobre ellos todo el peso de la ley. Que así sea.