Cartas al director
La Santina no se profana
Como asturiana y católica practicante, deseo expresar públicamente mi profunda indignación ante el acto celebrado el pasado 18 de diciembre en Gijón durante la firma del convenio entre LABoral Centro de Arte y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. La performance titulada La Santina Superwoman que bendice berzas constituyó, a mi entender y al de muchos creyentes, una grave ofensa a la fe católica y al símbolo más querido de Asturias: la Virgen de Covadonga, nuestra Santina (La Santina Superman que bendice berzas: el show con el que se inauguró el convenio entre Laboral Centro de Arte y el museo Thyssen-Bornemisza (en imágenes)).
La Santina no es una imagen mitológica ni un motivo para la sátira. Es la patrona de Asturias, emblema de fe, amparo y esperanza; una figura que encarna siglos de devoción, cultura y tradición enraizadas en la identidad asturiana. Convertirla en caricatura, bajo el pretexto de una expresión artística, supone cruzar una línea de respeto que ninguna institución cultural debería vulnerar.
Resulta especialmente doloroso que esta falta de sensibilidad provenga de una institución pública como LABoral, sostenida con fondos de todos los ciudadanos. Me pregunto si sus responsables habrían promovido una representación similar sobre figuras religiosas de otras confesiones. Estoy segura de que no, porque en esos casos prevalecerían la prudencia y el respeto.
El arte verdadero eleva el espíritu y fomenta el diálogo; no ridiculiza las creencias ni hiere los sentimientos de una comunidad. Lo que aquí se ha producido no puede considerarse libertad creativa, sino una profanación simbólica.
Por ello, pido una rectificación pública de LABoral Centro de Arte y de las instituciones implicadas. No se trata de censurar el arte, sino de exigir sensibilidad, dignidad y respeto hacia las convicciones más profundas de nuestra sociedad. Fe y cultura deben caminar juntas, no enfrentadas. Como asturiana, católica y ciudadana, reclamo respeto para la Santina y para todo lo que representa nuestra identidad.