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29 de marzo de 2024

Editorial

Rendirse al independentismo

Sánchez nunca tiene la culpa. La culpa la tienen siempre los que creen que hay que defender a España. De esos «casposos» es de los que hay que prescindir

Actualizada 12:29

Que Sánchez es capaz de sacrificar a cualquiera con tal de mantener el poder es de todos conocido. Por eso resultaba evidente que la brillante intervención de la directora del CNI en la comisión de secretos oficiales iba a ser una mínima prórroga antes de que llegara su decapitación. Así ha sido.
El presidente del Gobierno, una vez más, se rinde ante quienes quieren romper España. Se rinde y entrega la vida profesional de una funcionaria ejemplar que estaba en uno de los puestos más relevantes siendo ella muy poco conocida hasta que Sánchez la puso a los pies de los caballos. España está en subasta pública con este presidente del Gobierno que en el escándalo del espionaje ha cometido todos los errores que se pueden dar en un caso así. Pero él nunca tiene la culpa. La culpa la tienen siempre los que creen que hay que defender a España. De esos «casposos» es de los que hay que prescindir. Como de la directora del CNI.
Cuestión no menor es en qué posición queda la ministra de Defensa, a la que se ha visto respaldar a Paz Esteban y enfrentarse con miembros del Gobierno que la cuestionaban, empezando por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que sale mal parado de esta crisis.
Hay Gobiernos de coalición que salen mal parados por enfrentamientos entre los ministros que los componen. En el actual Gobierno no parece que la vicepresidenta Yolanda Díaz esté haciendo oposición al presidente Sánchez ni en éste ni en ningún otro asunto relevante. Y tampoco es verosímil que los otros cuatro ministros originarios de Podemos estuvieran en posición de crear una crisis seria por la directora del CNI. Por lo tanto, no es la debilidad de la coalición gubernamental lo que ha finiquitado a la directora del CNI. Es la sumisión del presidente del Gobierno a los enemigos de España. Y lo que es peor, una de las pocas cosas que hizo bien Sánchez en los casi cuatro años que lleva en el poder, fue nombrar una profesional de la casa al frente de una entidad tan complicada. Pero una persona como Sánchez, en cuanto hace algo mínimamente bien, tiene que garantizar que lo estropea. No se puede esperar otra cosa de él.
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