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26 de abril de 2024

editorial

Sánchez debe todas las explicaciones por Plus Ultra

La investigación de El Debate revela la escandalosa connivencia del Gobierno con una aerolínea con lazos en Venezuela que recibió una millonada de un Fondo que no estaba para casos como el suyo

Actualizada 09:25

El Debate publica hoy un documento de enorme relevancia que, durante año y medio, ha estado ocultando premeditadamente el Gobierno, sirviéndose de todo tipo de triquiñuelas para evitar la rendición de cuentas ante la opinión pública.
Se trata del informe confidencial elaborado por el Ministerio de Transportes, en febrero de 2021, para justificar el rescate de la aerolínea Plus Ultra con un enorme desembolso de 53 millones de euros en plena pandemia.
Y es evidente por qué Sánchez, Ábalos y Montero, los tres dirigentes más concernidos por la operación, no querían bajo ningún concepto que los ciudadanos conocieran las razones de esa millonaria ayuda, que nunca llegó a tantas miles de empresas necesitadas.
La explicación a su ocultismo es bien sencilla: el informe solo sirve, en realidad, para sonrojarse por el insólito favor hecho a una aerolínea que no cumplía los requisitos más elementales.
Empezando por los legales: el Fondo Covid, del que salieron los millones, se creó para atender, en exclusiva, a empresas que hubieran entrado en problemas por la epidemia de coronavirus, y no para auxiliar a otras que los arrastraran desde hace tiempo.
Y ése era el caso de Plus Ultra desde que comenzara su actividad en 2015. ¿Cómo es posible que el Gobierno rescatara a una compañía que incumplía el primero de los requisitos exigibles para aspirar siquiera a una ayuda de tanta envergadura?
A partir de ahí, todas las magnitudes de la empresa de capital español y socios venezolanos, aumentan la perplejidad: apenas tenía pasajeros, prestaba servicios cubiertos en su mayoría por otras líneas más potentes y su participación en el sector, casi en cualquier orden, era entre nula e irrelevante.
Que pese a todo ello, el Gobierno le dejara beneficiarse de un fondo público y que dos Ministerios, el de Ábalos y el de Montero, se prestaran a ello y después hayan hecho lo imposible por taparlo; es sonrojante.
Y merece una explicación formal del propio Sánchez, cuya firma aparece en el origen de todo: fue él, desde el Consejo de Ministros, quien aprobó el Fondo COVID y le encomendó su gestión a la SEPI, el organismo dependiente de Hacienda.
El esfuerzo de El Debate por acceder al origen de todo se ha realizado durante meses, pero a tenor del resultado y de las consecuencias, ha merecido la pena. Ahora solo falta que las instituciones políticas y legales de España hagan también su trabajo y se pueda aclarar este oscuro episodio con muchas incógnitas pero una gran certeza: Sánchez regaló una ayuda millonaria a una aerolínea con lazos venezolanos mientras miles de empresas echaban el cierre consumidas por la crisis.
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