Una época de idiotas, pero ¿quiénes son los idiotas de nuestro tiempo?
«El hombre está en vías de comprender que no hay que superar los límites, sino aceptarlos. Esta aceptación será, sin duda alguna, la manifestación del poder más grande, de la libertad más pura»

«Hablar bien de una época resulta contracultural», escribe el autor al inicio de este ensayo. Estamos ante un libro que procura señalar precisamente los aspectos positivos de una sociedad que , sin duda, está empeñada en no verlos. Armando Zerolo propone así una visión de nuestro tiempo que, sin dejar de lado la crítica, abre el espacio a lo posible, a lo que está por venir.

«¿Por qué el límite? Porque el límite es la piel de mi piel, el contacto de la bruma con la tierra, el agua condensada en el espejo. Es la frontera que custodio, el cuerpo que abrigo y la piel herida...».

«El límite es el campo donde lucho por conservar lo que he sido y seguir siendo lo que soy. (...) Es un lugar, el espacio más pequeño que se puede imaginar, la línea más fina que se haya dibujado nunca en un mapa».

«...la lucha del hombre histórico es el desvelo por una naturaleza que se resiste a ser conquistada, porque lo que es amor no es guerra...»

«...el hombre que se aventura en los océanos, desiertos y montañas es el hombre que quiere tocar el más allá. Pertrechado, con lo necesario, muchas veces se pierde en lo accesorio...».

«Pero solo cuando el aventurero se pierde en la selva o en el desierto, cuando el barco parece zozobrar, o nuestras seguridades se quiebran, parece entonces entrar en nuestra rutina la aventura proporcionada por la novedad...»
